Los Schizophrenic Spacers ¡dicen adiós! ¿Puede que sea un hasta luego? Nunca se sabe, el futuro lo dirá. Desde su portada ya nos dicen que se van hacia un más allá en el futuro, hacia otras aventuras, de buen rollo como siempre han tenido y ha sabido transmitir. Con un último disco que contiene el mismo ingrediente que todos sus trabajos; honestidad y pasión en lo que hacen.
La comunidad rockera pierde a un estandarte que mereció mucho más de lo que se le dio en un país que premia y lleva a la cima a más de un grupo o cantantes de pésimo gusto. Los Schizophrenic Spacers merecieron mucho más, como por ejemplo y siempre he dicho cuando he podido, subirse a uno de los escenarios del Azkena Rock. Si dicho festival es la Meca de los amantes del rock en España, que alguien me diga cómo es que Sergio y sus acólitos nunca pudieron demostrar su dominio sobre las tablas en un recinto donde su público ¡estaba reunido en masa! Una incógnita, un misterio, ver a grupos de poco background y de lo más banales estar allí, y los Spacers nunca, es algo que me ha molestado de verdad.
En cuanto al disco, ¿que queréis que os diga? ¿Que vaya desgranando tema a tema? No, la verdad es que tenéis que comprarlo, oírlo con atención y atesorarlo para que algún día, en esas discusiones musicales con los colegas podáis decir tengo el último disco que sacó esta gran banda, unos tíos que lo daban todo, que eran en definitiva como tú o como yo, si nos hubiéramos subido a un escenario a darlo todo.
So Long, es un disco bello, con esa portada que me recuerda los mejores cómics, las aventuras con los colegas, las vueltas a casa tras una larga noche de juerga. Una de esas portadas que se ponen para decorar y se dejan allí hasta que se amarilleen o se llenen de polvo. De esas que te recuerdan tantas cosas, los momentos compartidos ya sea en directo o desde casa junto a Sergio Martos, Alberto Belmonte, Manuel Fernández del Campo y Jesús Tejada.
Me pongo los cascos y salgo a la calle, al calor, al humeante asfalto, caminando con el sudor cayendo por mi frente y con “Audiencia” que es la que abre el disco con la participación de Miguel Moral, cantante de los bilbaínos The Renegados y empieza un viaje a través de la jungla urbana de turistas, chalados y ladrones mientras el disco sigue su curso llenos de pequeñas sorpresas como esos coros en “Two Wrongs Don’t Make A Right”, y siguen esas referencias que siempre han estado en su música, desde The Tubes a Zappa, de Alice a ZZTop, pero con esa personalidad propia. Ese pequeño circo Barnum, ese Tod Browning, Houdini, etc sobrevuelan siempre el espíritu de un disco de los Spacers, acompañado de esa maquinaria sólida y unificada por tantos años pasados juntos. El disco llega a su fin, el trayecto se ha hecho corto, es lo que tiene la música cuando es buena, se te hace corto todo.
Solo me queda decir una cosa.
Muchas Gracias y So long.
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