Está claro que si existía un título que pudiese resumir de manera concisa y escueta los últimos vaivenes de los noruegos Immortal ese este guerra contra todos. Aunque imaginar fuego y espadas sería más acorde a la imaginería que rodea a Immortal, lo cierto es que la realidad se presenta mucho más mundana y han sido los juzgados el escenario de la batalla ocurrida en las entrañas de Immortal con la victoria plena de Demonaz sobre Abbath primero y Horgh a continuación. Y es que así son las cosas, queridos, incluso cuando bajas las escaleras que conducen a uno de los géneros más opacos del metal.
Con Demonaz al mando y tomando las riendas, ¿pensabáis que Immortal se iban a convertir en reglejo de su propia personalidad cómo músico?. Quizás hubiese sido una opción interesante aunque probablemente hubiese abierto ese tan manido debate que, como no se ha dado el caso, no seré yo el que abra dicha angosta puerta. Demonaz ha optado por la línea a seguir, por un sonido que se identifique a la primera y que no levante ampollas entre los fans mas heterodoxos. “War against all” rezuma ese black épico con el que comprendieron que haciendo las concesiones justas, podrian abarcar un espectro mayor entre las huestes del metal que no se asomaban por voluntad propio al abismo crudo y oscuro de “Pure holocaust” o “Battles in the north”, por otro lado, piedras angulares de la maldad que vino del frío.
Puesto que la lesión de Demonaz hace presuponer que la actividad de Immortal en directo va a tener escaso recorrido, al menos temos la opción de disfrutar nuevas canciones. “War against all” es un buen disco, de guitarras agresivas y esquivas presencias melódicas. “War against all” se presenta como un bloque compacto que peca de homogeneidad pero a su vez es capaz de insuflar la suficiente fuerza y destreza para que no caiga en un continuo deja vu. Estoy seguro que va a gustar a su legión de fans más fiel. El que busque otras auras, seguramente encuentre otros parajes donde transitar.
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