Y una semana después de ver a The Hellhates, volvimos al Pub JINETE PÁLIDO de la localidad costera castellonense de Benicàssim para ver por primera vez a los WHITE COVEN, un sexteto de Zaragoza que ardía en deseos de verlos en su hábitat natural, el directo. Ya os lo sabéis, la banda venía presentando su disco en estudio, de título homónimo al de la banda, en dos fechas en la Comunidad Valenciana, Benicàssim y Valencia, en la primera en un formato que empieza a ganar adeptos como el de la ‘taquilla inversa’, es decir, el ‘aportar’ para la causa al acabar el show y no antes. Y ya os digo, sin lugar a dudas triunfaron por todo lo alto porque la ‘cajita con notas musicales’ rebosaba hasta arriba de aportaciones. Salta y te cuento con un poquito de detalle…
Para empezar, ya os digo que el formato en el exterior y sin escenario podría haberlos desfavorecido, y más habiendo mesas alrededor como si de una banda de ‘acompañamiento de veladas’ se tratase… ¡pues nada más lejos de la realidad!, no vinieron a hacer de ‘hilo musical’ para los allí presentes, ¡de ninguna de las maneras! La apabullante descarga de Vintage Rock’N’Roll 70’s a cargo de los maños con su carismática Criatura Salvaje, Sara Lapiedra, subió muchísimo la temperatura, a pesar de que los allí presentes nos animamos hacia el final a ponernos en primera fila. La banda se jacta de tener un imponente despliegue de feeling, capacidad instrumental y excelencia vocal y clase 70’s… ¡¡¡¡Si parecen una banda sueca de Malmo o de Goteborg!!!!, ¡y no!, son una banda de la Ciudad del Cierzo.
Con respecto al setlist, me equivoqué pensando cuando bajaba de las cumbres dilatadas que obviarían los temas de White Coven (2023) más desarrollados y extensos por hacerse largos para el personal y nada más lejos de la realidad, bellísimas composiciones dilatadas en tiempo y espacio como «Rambling Rose», la delicadeza y contrastes de «Orpheus» y ese desfase psych de «Jungle Trip Of The Seven Samba’s Seed» estuvieron a la misma altura en cuanto a atención y nivel de enganche que temas más indicados para la fiesta y el bailoteo como su rotundo single «Inglorious Diva», «Summer Groove» o «Browned Eyed Lady». Tener a Sara Lapiedra al frente es una garantía de atracción y diversión, y no sólo lo digo por el embelesamiento que tuve hacia su portentosa y dinámica capacidad vocal, sino por transmitirnos las ganas de pasarlo bien, su innegable carisma y su amor por una causa perdida que es nuestro Rock’N’Roll y por la que todavía lucha incesantemente a pesar de indiferencias y poca repercusión por parte de la masa aborregada… Se marcaron una cover de AC/DC que ahora mismo no recuerdo si fue «It’s A Long Way (If You Wanna Rock’N’Roll)» o «Rock’N’Roll Damnation» (editaré esto cuando lo sepa..). De los temas de su album debut, tan sólo recuerdo ahora mismo el country folk psych de «Farewell» y, ¡cómo no!, su clasicazo Soul & Vintage Rock de «Your Time Is Over» que por fin rompió la cuarta pared y nos acercó hasta estar a centímetros de ellos desatando la fiesta y las ganas de bailoteo.
En conclusión, triunfaron por todo lo alto con toda la calle del Jinete Pálido a rebosar y con un ambientazo desde la mitad, que ya nos tenían enamorados, hacia el final del concierto… Y es que no me duelen prendas en reconocer que fue un viaje en el tiempo absoluto ejecutado (y regalado) a la generosa multitud que se acercó y disfrutó al máximo de este ‘Aquelarre Blanco’…
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