Decimoséptimo álbum del estadounidense Ben Harper. Un disco minimalista donde predomina la guitarra como único instrumento y donde el músico nos ofrece un recital de folk americano, reflexivo y algo melancólico, cosa que podemos ver en las letras de este corto Lp que apenas supera los treinta y cinco minutos. Tan brece y profundo como la memoria o esa intimidad de una mujer en la ventana iluminada en la noche de cualquier ciudad de Estados Unidos que transmite su portada.
Un “Wide open light” que comienza con una preciosa introducción instrumental titulada “Heart and crown” donde destacan unos arpegios que llenan cualquier estancia donde se escuche el nuevo trabajo de Ben Harper.
Y tras los poco más de dos minutos de prefacio, llega “Giving ghost” con una melodía que es puro sur de Estados Unidos y una letra que nos invita a renunciar al pasado, a olvidar “tu fantasma” con un copa. Una invocación a su padre fallecido, a vivir el presente. Un homenaje tan melancólico como lo fue el “Landslide” de Fleetwood Mac. Sin duda, uno de los grandes temas del disco.
Y menos sureño y acercándonos al cantautor llega “Masterpiece” donde la guitarra se acompaña de piano y una segunda cuerda. Un tema de amor bonito, de buena melodía y con un estribillo donde se nos cuenta que “amarte es mi obra maestra”.
Más reflexión y melancolía con “8 minutes” que cuenta con una segunda guitarra y coro femenino. No está mal pero nos interesa menos, salvo los punteos centrales y final con acústica.
“Yard sale” fue el sencillo del álbum y cuenta con la presencia del cantautor Jack Johnson. Otro de los cortes destacados del disco. Un medio tiempo que es puro desamor, estribillo magnífico y que mantiene el poso de melancolía que tiñe todo el “Wide open light”. Una ruptura, un coche esperando a la chica y la sensación de que “se ha ido para siempre”. Junto a “Giving ghost” y “Masterpiece” de lo mejor de esta primera parte. Además es la más larga del disco con cuatro minutos y dieciocho segundos.
Las notas de un piano sustituyen a la guitarra en «Trying not to fall in love with you», un corte con reminiscencias de Tom Waits. Interesante y manteniendo el tono de soledad y pérdida. En esta ocasión «trata de no enamorarse de ella». No conviene la felicidad a estos perdedores.
Y llegamos al tema homónimo donde sí notamos algo más de positividad pues otra persona nos puede ayudar, restaurar nuestra fe y perdonar los “Errores que estoy destinado a repetir hasta que los haga bien”. Es mejor caminar con alguien hacia la luz abierta del título. Cosa que Ben Harper destaca en su repitiendo ese “Wide open light” al final de la melodía.
Y con “One more change” se advierte ese cambio hacia la esperanza. Guitarra y coro femenino que nos invita a dejar atrás los errores pasados y mirar al futuro con optimismo. “Una cadena más para romper, Un día más para despertar, Un paso más por dar, Un cambio más por hacer”.
Con “Growing growing gone” volvemos a la pérdida, al desamor y la melancolía donde queda claro la facilidad que tiene Ben Harper para crear melodías intimistas de gran calado.
“Love after love” es la última canción cantada, otro bello ejercicio de reflexión y cierta amargura donde nos ofrece un crescendo que acaba, por primera y única vez, con banda convencional, con la presencia de bajo y batería y Harper entonando en “falsete”, que nos deja paso al arreglo espacial de “Thank you Pat Brayer” donde la guitarra se fusiona con el sintetizador y sirve de colofón a un “Wide open light” perfecto para días que necesitemos meditar, quizás “lamernos las heridas” tras un mal trago o racha o simplemente disfrutar del talento de Ben Harper para la composición.
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