Qué raro que en el santuario de los eruditos y benitero de los nuevos “críticos de rock” (aka Facebook) se hable tan poco de la maravilla de disco que han sacado Molina, Talbot, Lofgren & Young, titulado, “All roads lead home”. Un trabajo muchísimo más agradable y fresco que toda esa cantidad de lanzamientos a los que nos está acostumbrando el bueno de Neil últimamente. Es tal, que uno pierde la cuenta y ni se molesta ya por comentar o lo mismo escuchar, el enésimo disco del canadiense. Pero cuidado que he leído por algunos lugares que «All roads lead home» es el nuevo disco de Neil Young ¡¡¡con los miembros Crazy Horse!!! Grave error y de principiante, Crazy Horse, formados a finales de los 60, por Billy Talbot, Raplh Molina y Danny Whitten empezaron a tocar con Neil Young como banda de acompañamiento, pero su sección rítmica era y es mucho más, y eso lo saben los verdaderos seguidores y fieles que serán los pocos que hayan comprado o mismo escuchado los tres magníficos álbumes de Billy Talbot Band publicados entre 2004 y 2014, o el de Ralph Molina, “Love & Inspiration” de 2019, ¡en el que toca absolutamente todo!
Todos ellos lanzados en Vapor Records, el sello creado por Young en 1996 para producir a sus amigos Talbot y Molina, Ben Keith, Pegi Young, Jonathan Richman, Vic Chesnutt,etc.
Aquellos Crazy Horse que vieron pasar a ese genio de Danny Whitten y luego a Nils Lofgren que fue parte de la formación a principios de los años 1970. Ese Lofgren, un tipo que lleva publicados más de veinte álbumes en solitario y otros con su banda Grin, que a menudo son discos muy buenos, aquí, sigue siendo ignorado por la mayoría de los fans del Boss y del Canadiense. ¡Que irónico!
Este “All roads lead home” es un disco mucho más variado que el anterior Neil Young con Crazy Horse, “Barn”, que si bien no estaba mal y nos sacaba un poco del letargo a la que nos estaba sometiendo con sus discos poco inspirados, sorprendió algo más, aunque la sorpresa duró poco y rápidamente fue a parar al montón de “trabajos que se escuchan un par de veces”.
Este es más melódico, hermoso, y parte de la culpa la tiene Talbot con esa voz raspada que nos recuerda al malogrado Dennis Wilson de los Beach Boys en su disco en solitario “Pacific Ocean Blue”.
Las canciones de Molina son incluso mejores que las de los demás, están llenas de optimismo, de amor, al más puro estilo viejo hippie feliz de la vida. A lo sumo lo que sobra ¡es el tema de Young!
El disco se compone de tres títulos para cada uno, más el de Neil, una versión acústica de “Song Of The Seasons” del 2021. En definitiva, Neil quiere poner los nombres de sus amigos, acompañantes de tantas travesías, de su “familia” al fin de cuentas, ¡a la luz! Al mismo nivel que el suyo, ya que sabe muy bien que sin ellos no hubiera sacado aquellos maravillosos discos.
Es la historia de la música, una historia de lealtad, un trabajo dedicado a los desaparecidos en combate: Danny Whitten, David Briggs, Elliot Roberts. Hay que recordar que estas canciones se compusieron durante el confinamiento, cada uno en su hogar con la mente puesta en un momento que se recordara en los libros de historia.
Ninguna de los diez cortes incluye algún emparejamiento con otro, por lo que se podría decir que son cuatro discos en uno, lo que le otorga esa espontaneidad y posiblemente un atractivo en que cada uno es libre de aportar lo que quiere.
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