Tras la enésima decepción de unos ídolos de mi juventud, me veo en la tesitura de hablar sobre el nuevo trabajo de otros héroes cuya creatividad no está en su mejor momento. Memento Mori es el LP nº 15 de Depeche Mode, algo que nunca pensé que verían mis ojos. Depeche mode pueden hacer lo que quieran, se lo han ganado. Nada de lo hagan, bueno o malo, va a restar un ápice de brío a sus logros del pasado.
Dicho esto, afronto Memento Mori con una inusitada expectación que hacía mucho que no sentía ante un lanzamiento de DM. Han pasado 6 años desde el decepcionante Spirit (quizás el disco que nunca debieron haber grabado) y el fallecimiento de Andy Fletcher nos hizo temer que el final del grupo era inminente. Fletcher no aportaba casi nada musicalmente pero era el pegamento que mantenía unido al grupo. Depeche Mode han demostrado otra vez que son unos supervivientes. Martin Gore y Dave Gahan han limado asperezas, han aprendido a convivir y hasta a ser amigos otra vez para resurgir de sus cenizas convertidos en dúo. Memento Mori no está a la altura de sus mejores trabajos de los 80 y 90 aunque sí es un disco digno y lo mejor que han hecho desde Playing the angel (2005), hace casi 20 años. Desde luego, es más cohesionado y menos aburrido que Sounds of the universe (2009), Delta Machine (2013) y Spirit (2017). Eso sí: Memento Mori no es un disco que entre a la primera, requiere unas cuantas escuchas para que te atrape.
Si Spirit era pesimista por la situación política, Memento Mori es pesimista por la cercanía de la muerte. Si en sus primeros discos Depeche Mode eran unos adolescentes que hablaban de sexo, estos sesentones hablan sobre la muerte. Soul with me es un claro ejemplo de ello. Que nadie se lleve a engaño, no hay hits en Memento Mori. No harán nuevos seguidores pero, al menos, no defraudan a los de toda la vida. Eso sí, la pésima portada del pesado de Anton Corbjin me parece un error.
La cosa empieza mal, la oscura y disonante My cosmos is mine me parece muy floja. No tiene el gancho que suelen tener las canciones de apertura de Depeche Mode. Pienso en Never let me down, World in m yeyes o A pain that I’m used to y esta My cosmos is mine suena a maqueta inacabada. Wagging tongue es la primera vez que Gore y Gahan componen un tema a medias, recuerda a Kraftwerk, no está mal que las leyendas rindan culto a sus referentes. Wagging tongue es un tema correcto, sin más, ni tiene una gran melodía ni armónicamente es destacable. Quizás lo mejor sea su letra. Ghost again fue el primer adelanto y aunque recuerda demasiado a Enjoy the silence, sigue funcionando como uno de los momentos más inspirados del LP. Tiene un innegable appeal pop y la melodía se acaba pegando, todo un acierto de single que supone el momento más luminoso de Memento Mori.
Me agradan Don’t say you love me, My favourite stranger y Before we drown, buen synth pop adornado por la sensacional garganta de Gahan y los coros de Gore. Por su parte, Soul with me es el típico tema lento que Martin Gore se reserva y que palidece frente a clásicos como A question of lust, Somebody o Home aunque no tanto como en los LPs previos. Caroline’s monkey supone una sorpresa tanto por su peculiar letra sobre adicciones como por su sonido.
Sin embargo, Always you y People are Good me dejan algo frío en las primeras escuchas aunque con el paso de las escuchas van ganando puntos aunque me parecen de lo más prescindible del LP. Sin embargo, Never let me go es de lo más disfrutable del disco, ese sucio riff guitarrero me gusta, apuesto a que será el siguiente single. Speak to me supone un oscuro final con otra canción que deja un sabor agridulce. Está bien, sin duda, pero no atrapa a pesar de un disonante crescendo final que recuerda a Nine Inch Nails (¿o es al revés?).
Al final Depeche Mode aceptan el paso del tiempo y el inexorable acecho de la muerte en un disco que ya en sí es todo un milagro. Celebrémoslo mientras podamos.
0 comentarios