Desde la frontera alemano-suiza nos vienen los GIANT SLEEP, unas moles progresivas de auténtico empaque sónico con su tercer álbum de estudio, Grounded To The Sky (2023), habiendo tenido que esperar 6 años para tener una nueva colección de canciones de los germanos y, a su vez, coincidir con su 10º Aniversario desde su formación en 2013. Se nos han resistido esta vez (pandemias mediante…), pero ya los tenemos en forma y preparados para que nos sumerjan de nuevo en su particular e intransferible imaginario sónico/hipnótico…
Adéntrate de ‘puntillas’ en la ‘Planicie Silenciosa’ y limítate a deleitarte con la escucha…
Con una paleta estilística bien acotada entre el Heavy Stoner, el Progresivo, el Blues y, en menor medida, el Doom, un servidor añadiría pinceladitas del Grunge más puro venido de Seattle que tira para Soundgarden y los viajes siderales y embadurnados de LSD de Monster Magnet. Su lírica se acoge a las novelas de Sci-Fi y fantasía heroica medieval (deudora en algún momento de George R.R. Martin y su Canción de Hielo y Fuego) y los misterios insondables de las profundidades oceánicas como los ya reseñados Sons of Arrakis y AHAB. «Silent Field» arranca con lo mejor de los Giant Sleep, ese sonido correoso cercano al Sludge que se ve las caras con su faceta más progresiva con claras reminiscencias a Tool. «Grounded to the Sky» secunda lo dicha anteriormente con uno de los temas clave del álbum en 8 minutos de pura virguería Stoner Prog, lo cierto es que los alemanes tienen un gusto exquisito para crear atmósferas sugerentes y subyugantes con un cantante sacando alaridos muy cercanos al Dios Cornell. «Siren Song» continua levitando en su inicio, con el magnetismo inherente a una banda experimentada en otros proyectos como Destruction, Fear of My Thoughts, K.O.C., etc…, pero que muta en su final en un arrebato ‘a la Soundgarden’ de órdago. «Good Boy» es el corte, quizás, más cabreado y Stoner del conjunto, abriendo paso en nuestro encuentro con «Davos» y sus pasajes y texturas Prog gestionando muy bien la calma/tormenta. «Shadow Walker» puebla de oscuridad agónica y dolorosa el tracklist, el corte de cadencia más Doom sin ser Doom, nostalgia bien depurada… «Cemetery Story» mete Iommi’s a mansalva en su disciplina ríffica, eso sí, cuidado con su cadencia Desert Blues porque atrapa. Destacaré también ese epílogo con «The Elixir», pura magia Heavy Psych Prog, fluyendo libremente, olvidándose del espacio/tiempo para hacerte flotar, elevarte y alcanzar el Valhalla allá donde se encuentre… Qué gran disco Pupil@s, impresionante lo de este ‘Sueño Gigante’…
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