«Eat your heart out» es el debut de Vypera, unos tipos que se definen a si mismos como una mezcla de W.A.S.P., Triumph y Rainbow, y yo añadiría a T.N.T. entre otros de los grupos, cuyos discos se han aprendido de memoria antes de lanzarse a este complicado mundo del hard rock en su vertiente más potente. Guitarras poderosas y mucha melodía, pero escapando de los terrenos sinuosos cercanos al a.o.r. de calado más puro y si me permitís otra comparación que no hay que tomarse literal, a ese rollo que tan bien hacen gente como Pretty Maids y clara muestra de ello es la inicial «Slow me down».
«Standing on the edge» comienza como una balada pero rápidamente se endurece sin excesos para recordarnos a los Rainbow mas melódicos y coronarlo con un potente estribillo que mira de frente a los ochenta. «Spellbound» presume de riff e incluso nos recuerda a Thin Lizzy mientras que la melodía de voz también hace un guiño al hard de corte más clásico. Por cierto Andreas Wallström es un vocalista a tener muy en cuenta. Se endurecen considerablemente con «Sierra» con ese riff en primera línea y un muy buen estribillo donde reluce su vertiente más melódica. «Rock ‘n’ Roll» mantiene las espadas en alto, con un riff de corte heavy que incluso por momentos puede llegar a recordar a Saxon o Accept alternando además melodía y fuerza de manera muy acertada.
No podía faltar la balada de rigor, en este caso «Fantasy» que sin caer en el empalagamiento que sobra a veces en ciertas baladas se rigen por la cánones de la power ballad, con ese riff bien marcado en el estribillo aportando fuerza. Y hablando de esta, vuelve a primer plano con «Straight for the kill» con unas guitarras a lo Dokken. Un preciso solo de guitarra nos mete de lleno en «Danger» que toma posiciones aunando potencia y que por ratos puede recordar a los Europe anteriores «» o incluso a los de «Out of this world». Sigue sin decaer el asunto con «Fool for the night» en el que buscan tesituras mas heavys y aunque sin llegar a cruzar la frontera se colocan al límite y por momentos Wallström me recuerda a Ted Pilot.
El solo inicial de «Cold as ice» me trae por momentos a la cabeza a Michael Schenker por su melodía dando paso a un riff cortante e incisivo que nos introduce en uno de los momentos mas heavys del disco. «Wingborne» pone fin al disco y actúa como un preciso y gran resumen de este, agrupando en sí misma todas las virtudes y registros que Vypera aglutinan, fuerza, melodía, momentos más duros frente a otros más accesibles y estribillos trabajados. Un disco el de estos suizos que ningún fan del hard rock debe al menos dejar de escuchar.
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