La última vez que pude ver en directo a Billy Idol fue en el 2015 en el Download de Donington Park. Ese año presentaba su, hasta la fecha, último disco “Kings and Queens of the underground” pero en su algo más de hora de actuación no tocó ninguna canción del álbum dedicándose a sus clásicos de siempre. Estaba claro que no se sentía orgulloso del trabajo. Desde entonces sólo había presentado un EP con el título “The roadside”, tampoco nada destacable en su importante trayectoria.
Ahora nos presenta otro EP con el título “The cage”, cuatro nuevos temas que mejoran algo sus dos últimos lanzamientos aunque quien espere escuchar algo parecido a todas las obras maestras con las que deleitó a multitud de seguidores hasta el “Charmed life” se decepcionará aunque su sonido siga sonando a los ochenta. Por fortuna este trabajo le está permitiendo girar y si hay suerte lo mismo sirve para que regrese a España, cosa que lleva sin hacer desde aquel concierto en La Riviera de Madrid hace diez años.
“The Cage” empieza con el tema homónimo, a ritmo de un eficaz riff de guitarra a medio tiempo con la contenida voz de Billy Idol en un crescendo que nos lleva a un estribillo con coro que funciona bien. Lo sorprendente llega en el puente que nos recuerda al “Real wild child (wild one)” de Iggy Pop, lo cual no es de extrañar pues siempre ha sido una de las referencias de William Michael Albert Broad. La guitarra de Steve Stevens no sólo cobra protagonismo en el inicio sino que en “Running from the ghost” también tiene lugar destacado aunque empiece en medio tiempo con piano y voz. Un comienzo relajado de casi un minuto hasta llegar al elaborado riff, los coros y unas guitarras afiladas. A pesar de ello, el tono es tranquilo y hasta pasados los dos minutos la voz de Idol no desprende esa actitud agresiva y rockera que le ha caracterizado. “Running from the ghost” queda lejos del punk, asemejándose más a un hibrido entre A.O.R., hard rock y pop americano. “Rebel like you” es un clásico tema “rockero” de los ochenta con coros antes del estribillo con genuino sabor estadounidense. No inventa la pólvora pero funciona de principio a fin. Cosa que no se puede decir del último corte “Miss nobody” pues en las tres primeras canciones, sin encontrar ningún “Dancing with myself”, “Rebel Yell” o “Craddle of love”, sí, por lo menos se veía un cierto regreso al pasado y una evolución a mejor tras sus decepcionantes últimos trabajos. Pero “Miss nobody” es un imposible intento de hacer música negra, con la voz de barítono de Billy Idol a lo Barry White o Marvin Gaye con exceso de coros y sintetizador.
La verdad es que salvo la imposible “Miss Nobody” el resto de “The Cage” es digno, con momentos brillantes y que nos devuelve, aunque sea en este formato menor, a uno de los nombres claves del rock. Y tanto “The cage” como “Running from the ghost” y “Rebel like you” pueden sumarse al repertorio de cualquier directo del músico británico- estadounidense.
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