Acabo de ver en concierto a Ty Segall, y ¡qué queréis que os diga! Ha sido brutal, un concierto magnífico para un tipo que es hiperproductivo, aún más que Ryan Adams.
Este tipo, desde 2008, ha sacado bajo su nombre la friolera de 14 discos, sin contar otros proyectos. Todos, trabajos de gran interés, ya que el tipo toca casi todos los géneros, monta grupos por aquí y por allá, compone bandas sonoras, da giras sin cesar y toca toda clase de instrumentos… ¡agotador!
Ahora, con su nuevo trabajo parece querer acercarse algo más a un reconocimiento más amplio, facturando un disco de aromas muy hippies, cercano al More de Pink Floyd. Guitarras acústicas y eléctricas, facturando un Lo Fi psicodélico delicioso.
Un disco tranquilo, algo bucólico que no renuncia de vez en cuando a alguna composición con más nervio, pero que en general apuesta por la melodía al más puro estilo Neil Young, al que me recordó muchísimo en su bolo que acabo de ver.
Ty también se acerca con buen gusto a revisar dos versiones, una de Captain Beefheart “Drop Out Boogie” y a los primerizos Pink Floyd con “Take Up The Stetheoscope”, prueba del buen gusto que se gasta el tipo.
Se nota que los registros recientes de Segall son de transición, dejando atrás ese sonido garagero que exploró bajo todas sus formas. Parece que ahora sus reorientaciones musicales desde su anterior disco son claramente las de Laurel Canyon, por lo que ahora, el nombre de Ty Segall no solo será el que siempre asumimos a un gran disco de garage rock, pues también sabe hacer un gran disco de folk rock o rock con sabores setenteros.
Unos discos del año para mi sin duda alguna.
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