Si miramos todo el trabajo de los de Oxford hasta la fecha, se puede apreciar una evolución tanto en su sonido, como en sus letras, en sus vivencias.
Melodías que van desde la tristeza y la agonía más grandes, hasta la felicidad y los buenos ratos que pasamos cuando somos jóvenes. Algo que solemos utilizar para recuperar el ánimo por la vida, recordándonos a nosotros mismos que no todo es malo.
Como cualquier banda que se toma en serio el camino a recorrer, Foals nos entregan un disco en el que predomina lo positivo. Una mezcla de rock alternativo con sonidos pop dance, que tanto gustan a esta formación. Así que estad preparados para bailar, porque este álbum no es solo para ser escuchado.
Desde su comienzo con Life is Yours, ya se distingue un ambiente vivaracho y divertido. Pasando por Wake Me Up, canción que nos invita a despertar del letargo que nos impide ver que estamos vivos en este mundo.
Después 2am, un hit que simboliza la ruptura de las normas sociales no escritas que nos impiden conectar los unos con los otros para dejar de estar solos en esa parte oculta de la vida en la que no nos encontramos con nadie en el camino. Con una melodía jovial y festiva, Foals nos demuestran que tienen mucho que ofrecer todavía.
Y el trabajo sigue con 2001, o Under The Radar, cortes dance, que nos ponen a bailar inmediatamente con ese bajo sintético tan característico de tiempos pasados en el que el pop dance brillaba como solo lo pueden hacer las mejores canciones.
Foals nos invitan a volver a la juventud para así recuperar los motivos por los que estamos aquí, que no son otros que compartir la alegría de pasar por esta vida, de compartir generación y acabar así, con la soledad del alma. Crest of the Wave y The Sound, son una buena muestra de ello.
Una obra distinta completamente a todo lo que llevan haciendo Foals que, sin embargo, nos descubre una banda que no tiene límites a la hora de componer. Como comprobamos con Wild Green. Algo que es de agradecer sobre todo para los que abogamos por lo distinto, lo novedoso, y si encima nos hace mover los pies, no podemos estar más agradecidos a estos chicos, ya que la realidad actual que nos rodea, no nos permite ver la luz ni la esperanza en la vida y en el hombre libre.
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