Que la productora y distribuidora A24 se ha convertido, por méritos propios, en una de las más arriesgadas empresas en el campo cinematográfico independiente no lo niega casi nadie con proyectos, casi siempre, interesantes que pocos estudios estarían dispuestos a acometer y además lanzando a la fama a gente del talento de David Lowery o Robert Eggers.
“X” es una muestra más de ese riesgo que toma A24 sobre todo en el campo del fantástico y terror con una historia no demasiado original pero que bebe directamente de algunos clásicos del horror moderno resultando casi un homenaje a Tobe Hooper pues la referencia obvia es “La matanza de Texas” pero también podemos ver toques de “Trampa mortal” (siguiente largometraje tras el descubrimiento de la familia de Leatherface) o de la fallida “Cocodrilo”. No son los únicos ecos que resuenan tras su visionado pues toques de la brutal “A serbian film” o, incluso, de “La visita” de M. Night Shyamalan jalonan la hora y tres cuartos de metraje.
El argumento se centra en el rodaje setentero de una película porno en una abandonada granja en Texas donde los dueños de la casa son bastante más que los dos huraños ancianos que alquilan la casa. Un guion dividido en dos partes claramente diferenciadas donde en la primera mitad se va presentando los personajes y creando tensión para comenzar de forma repentina los crímenes en la segunda parte y no frenar la espiral homicida hasta su desenlace con “final girl” incluida. Y bajo ese prisma de carnicería enloquecida se ofrece un poso de desesperanza sobre los problemas de la decrepitud del cuerpo y de las personas al cumplir avanzadas edades (lo que le emparenta con la estupenda y reciente “La abuela” de Paco Plaza) y lo poco que gusta a Hollywood esa América rural endogámica y despiadada con la gente de ciudad, como sucedía en “La matanza de Texas” o en “Las colinas tienen ojos” de Wes Craven donde el mundo rural se revolvía contra los responsables de la pérdida de sus empleos y modo de vida. Aquí no tenemos ese poso anticapitalista sino una envidia a lo que representa la juventud frente al deterioro de la mente y el cuerpo en la senectud, cosa que se deja claro en los desnudos del reparto frente al excesivo maquillaje con el que han caracterizado a Stephen Ure y a Mia Goth, en la faceta asesina de su doble papel pues es la protagonista como villana y como superviviente.
El responsable es Ti West, un especialista en terror aunque llevaba una década sin pisar la pantalla grande, centrado más en los rodajes televisivos. Con “X” puede retomar el prestigio perdido pues si bien no es de las mejores producciones de A24 y la cinta tiene numerosos defectos se ve con agrado e intenta ofrecer un discurso y una construcción de personajes que superen el mero arquetipo entre un segundo acto lleno de hemoglobina y horrendos crímenes, con soluciones conseguidas pues, por citar uno, hay una muerte con una punta de un rastrillo para el heno digno heredero de aquel con la astilla saliente y el ojo de Olga Karlatos en “Nueva York bajo el terror de los zombi” de Lucio Fulci.
“X” es un entretenimiento ligero que a buen seguro ganará adeptos con los años pues bajo su prisma “gore” esconde una historia que ofrece más de lo que se puede observar a primera vista y al que hay que sumar una narración extraña y algo compleja con una dirección y reparto eficaz, un montaje calculado, complejo y no del todo lineal y una fotografía y banda sonora hipnóticas, junta a una acertada selección de canciones donde como nuevo homenaje el crimen inicial es a ritmo del “Don´t fear the reaper” de Blue Oyster Cult, tema que también era fundamental en “La noche de Halloween” de John Carpenter. Como se puede observar el cinéfilo y el amante al horror disfrutará con tantas y variadas referencias cinéfilas.
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