Cuando salió “The Lost Album” de John Coltrane, Sonny Rollins dijo que aquello era como encontrar una nueva cámara en una pirámide; con “A Love Supreme : Live in Seattle” añadiría que ahora es como si encontráramos un nuevo sarcófago.

Este reciente descubrimiento de una grabación privada de 1965 nos desvela a Coltrane y su banda justo en un momento de inflexión musical hacia el “Avant Garde” y el “Free”, pero sobre todo nos da la posibilidad de contemplar auditivamente a este artista interpretar una de sus obras cumbre, por no decir una de las obras mas importante del siglo XX de una manera desinhibida, sin ninguna clase de presión. Grabada en The Penthouse el 2 de octubre de 1965 por Joe Bazil, músico y dueño del club además de amigo personal de Coltrane.

Brazil unos pocos días antes, había tocado la flauta en el disco de John “Om”. La grabación solo antes había sido escuchada por amigos y estudiantes del saxofonista, la calidad sonora es buena aunque no optima, el saxo de Coltrane esta muy por debajo del piano y la batería sonando algo ahogado en algunos momentos. Sólo se grabó con dos micros, uno para el piano y otro para el resto de la banda, pero todo esto no merma para nada el interés y la genialidad del documento sonoro que tenemos entre las manos. Descubiertas en 2013 por el saxofonista Steve Griggs , la cinta ha sido adquirida y restaurada por Impulse. El sonido es mayormente claro y sin distorsiones. Brazil cuidó bien las cintas y el ingeniero de Impulse Kevin Reeves ha hecho un buen trabajo con ellas-

No hubo ensayo para este concierto, Coltrane iba dando indicaciones sobre la marcha sobre quien debía intervenir a cada momento. El concierto que empieza con una relativa calma va evolucionado hacia una verdadera explosión musical. Pharoah Sanders desprende verdadera lava incandescente de su saxo, Coltrane manteniendo una tensión llena de matices, Elvin Jones con un solo de reminiscencia afro latinas, Donal Rafael Garrett y Jim Garrison con sus contrabajos haciendo vocalizar sus contrabajos de manera tan diferentes pero tan geniales a la vez. Pero es McCoy Tyner con su solo dantesco, sobrenatural el que hace arrancar los aplausos a un publico completamente subyugado. En Seattle a Coltrane le acompañaba el pianista McCoy Tyner, el bajista Jimmy Garrison y el bateria Elvin Jones, sus fieles escuderos, aunque ya no por mucho tiempo, el cuarteto clásico aquí en la cúspide de la ruptura). Se les unieron Pharoah Sanders en el saxofón tenor, Carlos Ward en el saxofón alto y Donald Garrett al bajo. El tiempo de ejecución de «A Love Supreme: Live in Seattle» también difiere de las dos versiones lanzadas anteriormente. La versión de estudio original tiene una duración de 33 minutos y la actuación de Antibes durante 48 minutos. «On A Love Supreme: Live in Seattle», la suite en sí dura 55 minutos, además hay cuatro «Interludios» que elevan el tiempo total de ejecución a 77 minutos.

Es un disco imprescindible para los aficionados a Coltrane ya que este “Live in Seattle” es más salvaje que el álbum de estudio original, «A Love Supreme «y también más salvaje que la única otra actuación en vivo que existe de este disco. Coltrane rara vez interpretó “A Love Supreme” y durante mucho tiempo se creyó que el concierto de Antibes era la única grabación en vivo que existía, este testimonio nos abre las puertas a soñar que algún día se descubra la grabación de otra supuestas interpretaciones de “ A Love Supreme” en una Iglesia de Brooklyn y sabemos que Coltrane actuó en París, en Bélgica, Chicago, Cincinnati, Cleveland durante seis noches, San Francisco durante doce noches, Indianápolis y California, y que lo mas seguro volvió a interpretar esta obra maestra del Jazz en su integridad y aportando a cada instante diferentes pinceladas de majestuosidad. ¿Se grabaron? Donde se esconderán esas grabaciones? El tiempo y los dioses lo dirán.

John Coltrane – A Love Supreme , Live In Seattle

by: Laurent Berger

by: Laurent Berger

Tsi – Na – Pah estudió Bellas Artes y más tarde cocina. Actualmente recorriendo Andalucía vendiendo y comprando viejos vinilos. Apasionado del rock progresivo y del rock americano de los setenta. Colaborador en distintas revistas musicales y tiendas de música en la época donde se vendía música de verdad.

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