Si el disco de los austríacos Mother’s Cake me voló la cabeza…¡¡¡qué os voy a contar del nuevo disco de una ‘all star band’ en toda regla como los KILLER BE KILLED!!!. Lo cierto es que no presté demasiada atención a su debut homónimo en 2014, craso error por mi parte porque la sumersión en los surcos de un monstruo tan complejo y rico en matices y emulsiones adrenalíticas es una absoluta experiencia sónica extrema. Supongo que a estas alturas sabéis que aquí se encuentran ni más ni menos que Troy Sanders (Mastodon) al bajo y voces, Max Cavalera (ex-Sepultura, Soulfly, Nailbomb…) a la guitarra y voces, Greg Puciato (The Dilinger Scape Plan) a la guitarra y voces también y Ben Koller (ex-Converge, Muthoid Man) a los parches. Como véis, cuatro personalidades distintivas que han unido fuerzas para crear algo abrasivo, extremo y muy oscuro con su segundo disco, Reluctant Hero (2020)…
Te vas a hacer un favor si te arrimas al ‘Sueño que salió mal’…
Con semejante combinación de personalidades y ‘egos’ las cosas podrían ser complicadas en el proceso de composición de un disco con estos condicionantes, pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que Reluctant Hero (2020) es el híbrido perfecto de todas ellas, la milimétrica simbiosis de cuatro tipos de los que se palpa que no se han juntado unicamente de cara a la galería y por el morbo de verlos juntos, no, aquí todo está perfectamente engrasado y pensado, una maquina de matar perfecta combinando hardcore punk, sludge, metal alternativo, trash y groove metal. Y hablando de morbo, da mucho, mucho morbo disfrutar de tres timbres tan distintos en temas como el single «Dream Gone Bad» con ese aura alternativa y tan ‘Mastodontica’ o el energético y aplastante «Deconstructing Self-Destruction» que remite claramente a aquellos implacables Nailbomb. Cortes como «Left Of Center» o el final con «Reluctant Hero» dejan bien a las claras que la banda no sólo sabe ofrecer tralla y fuerza bruta, el trabajo de melodías es bien patente y muy trabajadas además, incluso en armonías vocales. Eso sí, estos mthfckrs no se cierran a nada y los venazos hardcore punk thrash salen a relucir a las primeras de cambio en sangrantes pepinazos como «Inner Calm From Outer Storms», la virulenta metralla de «Animus» o el groove metalero «Dead Limbs», así como momentos más progresivos e incluso cercanos a Alice In Chains y los primeros Incubus caso de «From A Crowded Wound». La experiencia es espeluznante pero tremendamente placentera, ya me daréis la razón, y es que, disfrutar de una empastación de estrellas de esta categoría, dejando egos a un lado (o eso parece), es un lujo para los que amamos sus bandas madres…
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