Los inclasificables Avatar, decidieron sacar en agosto su octavo álbum, tras el anterior y exitoso “Avatar country”, donde por primera vez encabezaron una gira por España, tras haber teloneado en el pasado a Five Finger Death Punch o Avenged Sevenfold, aprovechando el rédito que les ofreció su paso por el Download Madrid del 2017, donde tras una fabulosa actuación ganaron múltiples seguidores para su causa, gracias a una puesta en escena brillante y una mezcla de estilos, variando ritmos, melodías y voces que han conseguido labrarse un nombre en la actualidad.
“Hunter gatherer” gustará a sus seguidores aunque queda algo por detrás (para ser justos bastante poco) de sus tres trabajos anteriores: “Avatar country”, “Feathers & flesh” y “Hail the apocalypse”, notando unas influencias más marcadas de otros grupos. Aun así un disco interesante que comienza con “Silence of the age of apes”, guitarras aceleradas y la voz gutural de Johannes Eckerström, con puente y estribillo pegadizo (suena bien ese “we accelerate” de la letra) y solo virtuoso de sus dos guitarras Jonas “Kungen” Jarlsby y Tim Öhrstom. “Colossus” es un tema clásico de metal industrial, con un riff y efectos de sintetizador que recuerda a Rammstein aunque la aguda voz de Eckerstrom en el puente antes del estribillo (“Colossus arise”) le da un toque personal. Proseguimos con “A secret door”, con colaboración de Corey Taylor de “Slipknot” aunque sólo emita un silbido y no cante, por lo que parece una operación de marketing para que aparezca su nombre, en un tema que no está mal, recordándonos por como suenan las seis cuerdas y los cambios de ritmo y voz a System of a down. “God of sick dreams” empieza como una “apisonadora” industrial, mezclando con sabiduría los cambios de voz y de melodías. Uno de esos clásicos temas que “bordan” los suecos. Más melodía tiene el movido “Scream until you wake” aunque sin dejar la experimentación con estructuras de metal progresivo o avant garde. “Child” lleva una estructura circense en las estrofas que queda resultona, pre estribillo gutural, buenos coros en el estribillo y final minimalista a guitarra que contrasta con la dura pegada de batería de John Alfredsson en “Justice”, jugando entre el death metal de los versos y el lirismo, a lo Ozzy Osbourne o Alice Cooper, del estribillo (“This is justice”), con solo virtuoso de Jonas Jarlsby y final perfecto para los directos con un coreo. “Gun” desentona un tanto, por su posición en el disco, ya que parece una canción de cierre. Una balada, con el casi único acompañamiento de piano (hay un cello en algún momento) y tonalidades vocales entre la relajación y el “crescendo” en agudo. Descolocados por tanta calma, “When all but force has failed” nos devuelve a la realidad, en un tema cercano al death metal, con menos melodía de lo habitual, salvo en el punteo central, en Avatar, cerrando con “Wormhole”, un auténtico desparrame musical, donde se pueden encontrar “mil y un” estilos, jugando con las notas, los ritmos y las melodías sirviendo de colofón a un buen disco.
Un trabajo que consagra a Avatar como una de las formaciones llamadas a capitanear el metal actual y a llevarles a cotas mucho mayores. Con probabilidad, pues es complicadísimo llenar estadios para un grupo actual, pero a buen seguro que en su próxima gira tocarán en recintos más grandes que en donde lo han hecho hasta ahora. Creemos que lo merecen. Y lo demuestran con un Lp tan interesante como “Hunther gatherer”.
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