Vivo en una urbanización con calles interiores. Este verano atípico ya agonizante, he tomado por costumbre cuando son las ocho o por ahí, abrir la puerta y sentarme en la entrada al fresquito, armado con un par de birras heladas y un libro. Y como soy muy buen vecino, subo el volumen de la música para  disfrute de los demás. Una dieta musical variada. Nada de Dúos Dinámicos. Tampoco el vecindario sale a aplaudirme. Bueno, de vez en cuando miran disimuladamente desde detrás de las cortinas. Estoy seguro de que si pusiese a Siempre Así estarían más contentos. Claro que si, guapis. Pues hoy van a tener ración de heavy metal old school. Calentito desde la pérfida Albión. Con pedigrí certificado.

Los hermanos Gallagher vienen preparados para golpear. Los bandarras esos, no. Los Gallagher de Raven, que ya estaban pateándose escenarios por todo el mundo cuando los otros dos cambiaban de parecer sobre que ser de mayores cada quince minutos. Mucho ha llovido ya desde 1981 cuando editaron «Rock ‘til you drop» que orgullosamente poseo en cinta de cassette y que compré en 1984 si no recuerdo mal, ávido de expectación por una NWOBHM que ya comenzaba a perder fuelle. Otros vientos se colaban en el terreno del hard & heavy. Raven siempre han reivindicado ser anteriores a aquella explosión que luchaba tú a tú con el punk. Dando batalla desde los setenta, pero es evidente que fue al calor del momento cuando el Reino Unido mostró los afilados colmillos de una serie de jóvenes bandas de heavy metal dispuestas a convertirlo en sonido urbano, a pie de calle, corazón de metal y puño de acero, pesase a quien pesase.

En unos días tendrás en tus manos el decimocuarto disco de Raven. Una lección en violencia, en speed metal, en como coño quieras llamar al ataque frontal de riffs y fuerza que presentan en este «Metal city», un disco que  me pone el rabo muy duro, ante esa visión del heavy metal en su forma más pura y original, en la que era capaz de escupir a la cara y no perderse en teorías y teoremas. Una canción como «Battlescarred» habla por si sola. El poder de la presunción, del origen, del sentirse parte de algo. Aquí no hay medias tintas, no las acepto. Habrá quien lo encuentre excesivamente básico para la escena o incluso oxidado para el Siglo XXI. Allá ellos. El álbum lo abre «The power» y esa batería te acelera el ritmo en una propulsión de golpes acertados. «Top of the mountain» no baja la guardia. Esas guitarras resumen historia vivida y adorada. Se endurecen más aún con «Human race», la guitarra escupiendo fuego, la batería desbocada y yo escribiendo con una sola mano mientras con la otra mis dedos muestran cuernos al aire y mi cabeza se mueve con continuos espasmos al ritmo de la música. Levantan el pie del acelerador – con alivio para las cervicales – con la canción que da nombre al disco en la que presumen de un heavy rock más melódico que se muestra sobre todo en el estribillo.

Heavy metal clásico es lo que escupen los altavoces cuando comienza «Battlescarred», fuerza y melodía todo ello encerrado en un aire épico y un estribillo que recuerda a los Manowar más inspirados. «Cybertron» arrea de lo lindo, con una muy marcada línea vocal. Agarrate fuerte porque «Motorheadin'» es puro speed, a la velocidad de la luz en ida y vuelta. ¿Seguís haciendo recopilatas para el coche?. «Not so easy» la podéis apuntar. Eso si, siempre con las ventanillas bajadas para que os escuchen cantar su estribillo. «Break» es otra demostración de músculo mayúscula sin perder de vista la melodía en la parte vocal. «When worlds collide» cierra el disco en una demostración de riff after riff de sonido monstruoso. Un gran disco el de Raven. Derribad las putas puertas, el heavy metal sigue aquí.

RAVEN – Metal City

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

Kevin Coleman – Imaginary Conversations

Kevin Coleman – Imaginary Conversations

¿Es posible hacer un álbum con únicamente tres canciones, y que sean un maravilloso viaje musical? Con "Imaginary Conversations” de de Kevin Coleman, uno descubre un disco exploratorio, expansivo y divertido. Firmemente arraigado en ese sonido tradicional de tocar la...

Alive – John Serrano

Alive – John Serrano

Once temas son los que componen “Alive”, el disco del aún desconocido John Serrano. Y digo aún, porque es la clase de músico/compositor que debe ser la que la gente conozca; antes de esas músicas manidas que contaminan las ondas. El álbum se inicia con “Oh Well” con...

Stereozone – Todo Mal

Stereozone – Todo Mal

Sí, otro disco de 2023 y no me acabo de centrar en este 2024 en tanto en cuanto a novedades discográficas reseñadas por aquí. Al menos sé a ciencia cierta que los discos que se pasan en estos tiempos por aquí son jodidamente recomendables... y encima de nuestro...

Alive – John Serrano

John Serrano – Alive

Se supone que hay que pensar antes de escribir, aunque los textos poéticos anteceden al pensamiento. Así que lo que voy a hacer es escuchar las canciones de este magnífico disco que se publicará el día 24 de este mes, para soltar mi mente y comprobar qué efecto tiene...

Blue Öyster Cult – Ghost Stories

Blue Öyster Cult – Ghost Stories

Anuncian nuevo disco de los veteranos Blue Öyster Cult y yo me entusiasmo.  Normal, luego de verlos volver a la vida de una forma tan tremenda con su disco del 2020 “The Symbol Remains”.  Habían pasado 20 años desde su último lanzamiento y lo hicieron muy bien, con la...

Pin It on Pinterest