Daniel Lanois siempre me ha parecido un músico extraordinario, tanto como compositor,productor o interprete. Lo descubrí con su primer disco “Acadie” y me quedé fascinado de la atmósfera que creaba en sus discos. Un clima que sabia perfectamente extrapolar a trabajos de otros músico.
Discos de Bob Dylan, U2, Peter Gabriel, Robbie Robertson, Neil Young, se han beneficiado de su talento y de ese aroma inconfundible que imprime a sus producciones. Tanto “The Unforgettable Fire” de U2, “Wrecking Ball” de Emmylou Harris, o/y “Oh Mercy” de Dylan son trabajos sobresalientes, pero si uno escucha con atención, captara perfectamente ese halo sobrecogedor y etéreo que Lanois insufla a sus trabajos de producción.
Sus trabajos en solitario son pocos, ya que su trabajo como productor le requiere bastante tiempo. Afincado en New Orleans, Lanois se ha empapado de sonidos y rituales del bayou, su origen francocanadiense también aporta aderezo a su particular sonido.
Su proyecto “BLACK DUB” se concibe mas como un grupo a parte completa, estuvo acompañado por la increíble batería de Brian Blade, al cual le dediqué un especial hace unos días. la cantante Trixie Whitley y el bajista Daryl Johnson. Daniel Lanois se ocupa de las guitarras, producción y alguna que otra aportación vocal. El disco posee esa atmósfera antes descrita, es indudable que es la marca Lanois, y gusta o no gusta, pero es personal y única. Contiene elementos de electrónica que echaran para atrás a los rockeros mas obtusos y menos abierto de miras. Una lastima ya que se pierden un disco muy bueno y con una paleta de matices tan amplia que cada oyente encuentra su satisfacción en alguna parte del disco. La voz de Trixie es deliciosa, lástima que no se prodigue mas y que siga a día de hoy siendo una gran desconocida de muchos. Aquí tenia aun una corta experiencia en el mundo musical pero supo llevarse el liderazgo vocal perfectamente.
Lo dicho amigos esto era simplemente para recordar la música de este enorme músico y destacar un disco que paso por este país si pena ni gloria, y que seria buena idea rescatar y echarle una oída. Ramalazos de Reggae y Soul, se dan a mano con esas guitarras etéreas y punzantes que tan bien sabe utilizar Daniel. A la escucha de este disco uno se percata que las aportaciones de Lanois a sus producciones van mas allá que dirigir al artista.
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