Aunque desde hace un tiempo reconozco que presto más atención en mi tiempo para escuchar música a bandas jóvenes o a medio camino de ser clásicas, cuando alguna legendaria formación factura un nuevo álbum, no hago pereza en comprobar que traen de nuevo tanto tiempo después. Si habrá evolución, adaptación o continuidad con respecto a su sonido. Por lo que siempre cuento con un extra a la hora de degustar la formula nuevo material/banda añeja. Y en ocasiones te llevas una grata sorpresa, como me ha ocurrido con este nuevo artefacto de los sureños Outlaws.
Y es que como buena banda sureña cumple con muchos tópicos, aunque algunos no sean muy positivos, como que con más de la mitad de su formación original fallecida, los que aún siguen en pie, Henry Paul guitarra/voces y Monte Yoho batería/percusión, se rodean de nuevas generaciones para afrontar nuevo material y continuar en la carretera. Y de carretera trata el disco, la Dixie Highway, título del disco, era la autopista que unía Chicago con Miami hasta final de la década de 1920, la principal arteria que comunicaba los estados del medio oeste con el sur, que como la ellos mismo declaran, es un reflejo de la vida en la carretera de una banda de rock sureño. Y como no, el rock sureño clásico es el amo y señor de este nuevo material.
[divider]DIXIE HIGHWAY[/divider]
Cuenta con toda la esencia del estilo de la banda, con todos los recursos que desde hace casi 50 años son la base del sonido de Outlaws. “Souther Rock Will Never Die” que abre el disco, “Dixie Highway” o “Lonesome Boy From Dixie” dan el perfil para ser el típico single de la banda, temas melódicos, con estribillos adictivos y mucha presencia guitarrera, no olvidemos que es una de esas bandas que cuentan con tres guitarristas para dar peso a los temas. Temas donde el country se funde perfectamente son el sohtern rock como “Over Nights From Athens”, y canciones donde la parte melódica manda, y las acústicas marcan la rítmica como “Dark Horse Sun”. En todo lo dicho no olvidemos las voces, ya que los coros son también marca de la casa y todos suenan bien, sumando a las partes melódicas, puro Outlaws. Y como no contar con un medio tiempo de corte sureño donde el final es un in crescendo de guitarras doblándose, solapándose y llevándote hasta el éxtasis. “Endless Ride” queda lejos de cualquier referencia anterior a este tipo de composiciones, pero es una actualización muy digna a este maravilloso recurso del rock sureño. Se ponen algo mas rudos con “Rattlesnacke Road” sin perder la esencia melódica de la banda, y con “Showdown” nos aportan la parte instrumental del disco, como digo, cumplen con todos los recursos de su estilo, muy sencillo a priori, pero de esos cortes que sabes que en directo pueden ser estirados a gusto del consumidor. La maravillosa “Wendy City’s Blue” nos transporta al rock clásico de los 70, incluso suena algo diferente a la tónica general del disco, pero con un acabado perfecto, donde también las guitarras que se solapan tiene su protagonismo. Grandes.
[divider]OUTLAWS[/divider]
Todo esto que cuento esta aderezado con una maravillosa producción, que si bien respeta la mirada hacia el clasicismo del estilo deja patente que estamos ante un disco actual que requiere otro tipo de atenciones en ese campo y consigue que el disco suene sin ningún poso de arcaico o pasado. Si afrontas este artefacto sin la mentalidad de lo que les hizo famosos, conseguirás disfrutar del sureño Outlaws’s way style.
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