5 Grammys, millones de descargas, una línea de ropa propia, ha actuado en Coachella, Glastonbury y ha hecho el ridículo en la ceremonia de los Oscars. Para más inri, ha sido la elegida para componer e interpretar la canción de la nueva película de James Bond: No Time To Die (miedo es la palabra). Y casi todo ello con un único LP y antes de cumplir los 18. No se puede negar que Billie Eilish es todo un fenómenos de masas.
Billie Eilish se puede ver como el enésimo producto para adolescentes en el que la música es lo de menos. Su disco es correcto (voy a ser generoso), su voz no es nada del otro mundo y las composiciones son de lo más simple que uno pueda imaginarse. Entonces… más allá de la estética emo trasnochada, el síndrome de Tourette, la sinestesia, la depresión crónica que sufre y los trastornos del sueño que tanto se han preocupado en airear… hay algo más?
Billie Eilish podría ser la chica de la puerta de al lado, alguien con la que millones de adolescentes de medio mundo pueden identificarse. Como una vez lo fueron estrellas fugaces (o no tanto) como Miley Cyrus, las odiosas Spice girls, Taylor Swift, Britney Spears o Avril Lavigne. Productos de laboratorio más falsos que un billete con la cara de Pennywise. Por cierto, las mayores referencias de Billie Eilish son Justin Bieber y Lana Del Rey. Sin comentarios.
Que esta señorita haya ganado 5 Grammys solamente evidencia que estos premios se han devaluado de una forma inimaginable hace dos décadas. Siempre han sido premios de la industria para darse autobombo, publicitar nuevos valores y/o relanzar carreras en declive. Sin embargo, en los últimos años se premia la novedad, cuanto más joven, mejor. En la infantilización generalizada del entretenimiento actual se exalta la juventud como valor supremo. Así, Billie Eilish se ha convertido en la triunfadora de esta última edición de los Grammys con un disco grabado en el cuarto de su hermano. Como lo oyen.
When We All Fall Asleep, Where Do We Go? es el disco ideal de pop para adolescentes raros o deprimidos, pero no es nada del otro mundo. Según Billie: ”Escribimos un disco sobre la depresión y los pensamientos suicidas, el cambio climático y sobre ser el chico malo, sea lo que sea que eso signifique”. Joder, en mi época escuchábamos a The Cure y Joy Division. Vamos, que el disco tiene cierta gracia, pero el hype es del todo desproporcionado. Su grandes hits son Bad guy y Bury a friend, unas pegajosas canciones pop que si no fuera por los vídeos (para nada caseros) nadie se acordaría de ellas a los 15 minutos.
Billie Eillish no canta mal, pero mayormente se dedica a susurrar. No es una interprete que sorprenda por su voz. No es Adele ni Aretha Franklin, sobre todo en directo. Sirva de ejemplo la patética versión del Yesterday que realizó en la ceremonia de los Oscars. Tierra trágame. Cualquier colegial de instituto lo haría mejor. Sin embargo, su disco produce sensación de intimidad y fragilidad (When the party’s over, Xanny). Incluso tiene algún tema sorprendente como ilomilo, 8 o my strange addiction aunque también otros bastante rutinarios como I wish you were gay que sobraban.
El mérito de When We All Fall Asleep, Where Do We Go? reside en la minimalista producción de Finneas O´Connell, el hermano mayor de Billie y verdadero cerebro de todo este tinglado. Realmente el tipo ha sabido conseguir unos silencios y una sutileza en los instrumentos y las voces que realmente sorprenden. Frente a la tendencia actual a la saturación de sonido en la música comercial, Finneas apuesta por alternar delicadeza y fuerza. Algo nada novedoso pero sí en desuso y que me resultó agradable. Supongo que ese sonido saturadísimo de los graves, como de altavoz roto, sería intencionado. La pareja de hermanos no cree en los géneros ni las etiquetas. Quizás por eso rap, techno y RnB se suceden y fusionan continuamente para volver a separarse en un bucle estilístico continuo. El trío final formado por Listen before I go, I love you y Goodbye suena a la despedida de un suicida, con lo que el poso del LP es bastante lúgubre.
When We All Fall Asleep, Where Do We Go? es el disco generacional de una juventud desencantada por tenerlo todo y no desear nada en un mundo que se va directamente a la mierda. La pregunta es: «Se acordará alguien de Billie Eilish en 10 años?»
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