En la temporada pasada pudimos ver el auge y caída de Roger Ailes en la irregular serie «La voz más alta», siete episodios donde Russell Crowe encarnaba al director de Fox News acusado de acoso sexual. Un importante nombre en la comunicación con un retrato donde no salía precisamente bien parado. Ahora es el turno de la versión cinematográfica, que intenta narrarnos todo esto en poca más de hora y tres cuartos de metraje y que lleva por título “El escándalo (Bombshell)”, una de esas cintas con pretensiones para conseguirse “colar” en la fiesta de los premios importantes pero que en los Oscars, solo ha conseguido tres nominaciones (actriz, actriz secundaria y maquillaje y peluquería).
Su responsable es Jay Roach, alguien que saltó a la fama con sus tres primeras películas, la conocida trilogía “Austin Powers”, con el cómico Mike Myers de protagonista. Siguió en el humor con las fallidas “la cena de los idiotas”, versión americana del taquillazo de Francis Veber y “En campaña todo vale”, sobre las rivalidades políticas, con Will Ferrell y Zach Galifanakis, mejorando en el, hasta ahora, mejor largometraje «Trumbo». Con “Bombshell” no mejora los resultados conseguidos en su anterior filme, limitándose a un film denuncia, con un presupuesto holgado, buena producción y unos actores más que solventes, aunque todo se queda en un irregular producto, donde se incide más en la idea del acoso sexual que en ninguna otra, sobre todo con una escena con Margot Robbie, bastante menos incómoda que un par que podíamos ver en “The loudest voice”. El guion de Charles Randolph amaga pero no golpea, intenta ofrecernos un retrato de la bondad de su pensamiento demócrata frente al autoritarismo y el miedo de los republicanos, quedando como un espectáculo maniqueo donde los buenos son dignos, excelentes profesionales sin tacha frente a los malos poderosos, ambiciosos y corruptos, con nula moralidad.
Para ello, además de una cuidada producción, todo se base en la capacidad interpretativa de su elenco principal donde en la parte masculina destaca John Lithgow, que funciona pero que no llega a los límites de excelencia de su Churchill en la primera temporada de «The crown» aunque el peso es para su terna femenina, encabezada por una irreconocible Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie, con un personaje no demasiado bien definido pero que eleva demostrando que el futuro le pertenece.
Jay Roach se limita a una puesta en escena correcta, con más movimiento en la primera parte donde hay bastante más diálogo y una segunda algo más intimista que juega con los primeros planos de sus estrellas, que a fin de cuenta parecen las únicas protagonistas, relegando a secundarios a ser meras comparsas, eliminando gente que podía tener peso como el personaje de Connie Britton, como la mujer de Ailes o el de Allison Janney o el de Malcom Mc Dowell, como el mismísimo Rupert Murdoch. Imaginamos que eso es lo que ha lastrado buena parte de sus pretensiones a convertirse en una película importante, limitándose a un producto de denuncia que queda kilómetros por detrás de otros films- denuncia en ambientes periodísticos, con buenos estandartes en los últimos años como “Spotlight” (que ganó el oscar a la mejor cinta del año) o “The post” (nominada no hace mucho), por no hablar de ese referente que es “Todos los hombres del presidente” de Alan J. Pakula. Mucho ruido y pocas nueces.
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