Una cosa antes de comenzar. No se pueden lanzar discos con portadas que parecen sacadas de las demos más recónditas de los años ochenta, ni aún pretendiendo reivindicar aquel movimiento tan importante y excitante del mundo del heavy metal. Lo siento pero no. Mira que yo soy de los que grita voz en alto que el heavy metal necesita un retorno a sus raíces, pero no en todo, al menos no en ciertos cover art, si en su concepto pero no en su trabajo artístico. Afortunadamente Lyra Mortem parecen tenerlo claro y la portada de este «Contra el tiempo y el destino» te invita a escuchar lo que tienen que ofrecer y ya verás si lo que te ponen frente a los oídos te convence o no. Lyra Mortem son de Barcelona y este es su disco debut. Además en sus filas cuentan con el ex Dragon Slayer, Sergio Bermúdez. La verdad es que la banda ha mimado tanto la portada como el libreto de este su ópera prima, siguiendo esos visos de calidad en este aspecto que suelen tener los discos editados por The Fish Factory.
¿Qué nos encontramos encerrado en las diez canciones que forman parte de este «Contra el tiempo y el destino»?. Pues una andanada de puro heavy metal, cuidando muy bien las formas, con mucha fuerza, dosis de melodías y un sonido muy currado. Después de la intro de rigor, con lo poco e innecesarias que las considero, reconozco que esta «90º N -42º S» con su voz femenina -obra y gracia de Judit Conte- me ha gustado para sin darte tiempo a respirar lanzarse a degüello con la fuerte «Sirenas» y sus magníficas guitarras. Por cierto, Judit vuelve a colaborar en esta canción inicial. Siguen los riffs marcando espacios, junto a una poderosa batería para dar alas a «La sombra del caos» donde las guitarras señalan con claridad los espacios para no dejar de mover tu cabeza a su ritmo. Lyra Mortem suenan oscuros, incluso introducen alguna modulación de voz más dura. Me declaro fan a la segunda canción del trabajo a las seis cuerdas de JM Hervás y Carlos Fernández. Sin dejar de resaltar a Carlos Cruz al bajo y Toni Conte a la batería.
«De entre cenizas» no pierde comba. Poderoso como el trueno, como dirían Obús, con esa base rítmica compacta, ritmo galopante y la voz agresiva. ¡Sube el jodido volumen!. «No me despiertes» ahonda más en la melodía, con una parte central de teclados se alinea en las huestes del heavy metal tradicional. «Resiliencia» no se por que se me emparenta con «Fear of the dark» de los Maiden y eso que no tienen nada que ver, pero ese tipo de canción que sigue siendo muy heavy y a la vez accesible. Además colaboraciones varias en ella. ¡Gran canción!. «Durmiendo en una espiral» tiene un riff muy Judas Priest mientras que «Sheliak» sin llegar a ser un medio tiempo si que ralentiza el ritmo pero sin perder ni un solo ápice de dureza. «Con el alma muerta» es puro heavy metal, sin aditivos ni conservantes, la música que amo en su expresión máxima. Cierran con «El reloj de arena»a un gran disco que además es el debut de estos tipos. Ojala no se cansen ni los aburran. Este «Contra el tiempo y el destino» es lo que llevo tanto tiempo clamando en el desierto, lo que para mi debe ser la deriva que tome el heavy metal para volver a ser lo que fuimos.
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