Estamos a principios de los años 90. El planeta rock está invadido por el grunge, que se mueve omnipresente por todas las ondas. Pero unos cuantos guerreros sin ganas de saber lo qué está de moda o no, se preparan para lanzar dos obras maestras.
Tras el “Shake Your Money Maker” de los Black Crowes surgió el siempre difícil segundo disco, que les llevaría al anonimato mas injusto o a la cima definitivamente, y así fue. “The Southern Harmony And Musical Companion” se convirtió en un trabajo que podía mirar de tú a ú a cualquier disco de los Faces y/o de los Stones. El nivel de los “brothers” estaba en lo mas alto. La llegada de Marc Ford con su guitarra asesina que te raja literalmente de arriba abajo las entrañas cuando se endemoniza; solo hay que escuchar “No Speak; No Slave”, para ver que es lo que necesitaba el grupo. Chris se convierte en el nuevo predicador del rock, puesto hasta las cejas de hierba con sus danzas chamanicas hipnotiza al respetable y engatusa con su personal voz. En este disco los cuervos tienen la mejor sección rítmica que hayan tenido jamas: Johnny Colt al bajo y Steve Gorman en la batería, ronronean con un motor V-Twin de una vieja Harley. Asimismo los hermanos enemigos ya sientan las bases de su dictadura, los cuervos son ellos, los otros simples “gunsligers” contratados que al menor desacuerdo tomaran la puerta hacia la salida. Hippies sí, pero ante todo el grupo es de ellos y de nadie más.
[divider]THE SOUTHERN HARMONY AND MUSICAL COMPANION[/divider]
Mientras, en Raleigh, un pueblo de Carolina del Norte, unos chavales llevan dese 1989 tocando por los bares de la zona y tienen un buen puñado de temas para grabar. Kelly Holland es su líder, un tipo llamado a ser grande. Pero la vida pensó lo contrario; tras el primer disco abandonó la banda y luego falleció en 2014 dejando como legado esta maravilla que fue el primer disco de Cry of Love. Aquellos chavales: Audley Freed en las guitarras, Robert Kearns al bajo, Jason Patterson en la batería estaban confeccionando un disco maravilloso titulado “Brother”. Aquello tenía todos los ingredientes para triunfar y lo hizo con tres éxitos: “Peace Pipe”, “Bad Thing” y “Too Cold in the Winter” que les llevó a efectuar una extensa gira de un año y medio que fue lo que pudo con su cantante Kelly Holland.
Un disco que ya desde su portada te esta indicando por donde van a ir los tiros, Audley suena como un nuevo Paul Kossoff ,dosificando como nadie los sonidos duros con el blues. Freed más tarde formó parte de Gov’t Mule y The Black Crowes con los que grabo el maravilloso “Lions” y Robert Kearns pasó a integrar a los Lynnyrd Skynnyrd cuando Cry of Love se disolvió tras un segundo disco bueno, aunque lejos de esta obra maestra.
[divider]BROTHER[/divider]
Si con “Southern Harmony..” tenemos a los Faces y los Stones jugueteando con sonidos sureños, con “Brother tenemos a Hendrix y Bad Company tocando en los campos de algodón, ya el nombre de Cry of Love es un claro homenaje a Jimi Hendrix.
Los Crowes abren con esa perla que es “Sting Me”, un inicio brutal que te deja noqueado y que con “ Remedy” ya te deja en la estratosfera. ” Thorn In My Pride” es el tema perfecto para una turbia noche de sexo en un motel del Paso, “Bad Luck Blue Eyes Goodbye”, blues melancólico te sirve para irte recuperando de los vapores del Bourbon de la noche anterior. Te lías un canuto y “Sometimes Salvation” te resucita a semejanza de “Hotell Illnes” que abre la cara B con esa preciosa slide, “Black Moon Creeping” es algo sabbatica, coqueteando algo con el lado oscuro. Y llega “No Speak No Slave” con esa genialidad y ferocidad de Ford con la guitarra. “My Morning Song” es otra pura maravilla con uno de esos estribillos que te llevan al séptimo cielo. Sólo le queda el honor a “Time Will Tell el de cerrar esta maravilla musical y qué mejor manera de hacerlo que con un tema ajeno a todo lo que representa su música, una composición de Bob Marley, que a semejanza de Warren Haynes Chris Robinson es mega fan.
“The Southern Harmony And Musical Companion” son de esos álbumes épicos que capturan tu mente y jamás la abandona; una delicia para escuchar siempre ya que los años no pasan por él. Ya te lo dicen los cuervos: “la armonía sureña y el compañero musical”
Mientras los Cry of Love siguen ofreciendo con “Brother” un disco de matices muy Free y Zeppelin con la energía del Hard Rock mas contundente sin perder de vista al Blues en todo momento. A semejanza del disco de los Crowes, “Brother” se puede escuchar una y otra vez y cada vez te llevara lejos , muy lejos. Cada tema es un verdadero placer, desde la inicial “Highway Jones” y su estribillo pegadizo, hasta “Carnival” , “Peace Pipe”, etc… El disco transcurre con una armonía excepcional a través de un hard-blues lleno de sentimientos interpretado por grupo inspirado y formado por muy buenos músicos. Escuchen ese impresionante y emocionante cierre con los más de seis minutos de “Saving Grace”, una orgía musical de la mano de Cry of Love y la cálida voz de su cantante Kelly Holland que hubiese merecido mejor suerte.
Muy buena comparación. Es lo que tiene la música, diferentes matices.