Roger Daltrey —cantante, tunante y fundador del cuarteto The Who— es la voz de una generación, la primera en rebelarse contra las sombrías miserias y privaciones de la Segunda Guerra Mundial… para redefinir, en tan necesario empeño, la propia figura del artista adolescente. De su puño y letra, cúentase aquí la historia desde su nacimiento —en los peores días de los bombardeos que asolaron la capital londinense—, pasando por sus no menos tempestuosas andanzas escolares; colmadas, para mayor gloria, con su temprana expulsión, a los 15 años. Evocación de un trauma que tórnase en agradecimiento al autoritario e inmisericorde verdugo, Mr. Kibblewhite, temido director del centro; pues, como señala al poco del arranque, de no ser por tan providencial expulsión hubiera muy probablemente seguido la suerte que parecía aguardar a todos los de su condición.
Pero luego hízose el rock ‘n’ roll. Construiría con sus propias manos su primera guitarra valiéndose de los desechos del taller donde, además, procurábase el sustento. Formaría su primera banda. La banda se convertiría en The Who —Maximum R&B— y, por su inquebrantable determinación, Roger Daltrey se proclamaría líder de uno de los grupos de rock más grandes de la época. Esta es la historia de My Generation, Tommy y Quadrophenia, orquestada con agonizantes trinos de guitarras destrozadas, ecos de tambores pateados y proyectados hacia el respetable, peleas, arrestos, coches aparcados en piscinas, voladuras de inodoros… y otras instalaciones artísticas. Pero es también la historia de cómo la generación de la posguerra revolucionó los usos y costumbres de la juventud. Caldo de cultivo metamórfico del que brotaría la industria de la música moderna —y no fue parto fácil—. Dinero, drogas y unas gotas de exuberancia juvenil confluirían en una explosiva mezcla.
Tras cuatro años de maceración lenta, he aquí la intrahistoria del inefable cuarteto; la respuesta definitiva a la pregunta formulada en el propio nombre de la banda. Una crónica sincera y descarnada de más de medio siglo en la carretera. Así pues, con la indebida inmodestia, y sin más preámbulos, la historia definitiva de los Who; y de la revolución que sacudiría los aún endebles cimientos del rock ‘n’ roll británico.
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