Mi copia del “The London Howlin’ Wolf sessions” de Howlin’ Wolf la compré a la par con el “Jammin’ With Edwards”, ambos discos con los Stones implicados, hicieron que no dudara en dejarme mis ahorros en mi tienda de discos habitual. Era y sigo siendo un fanático de los Stones y de todo lo que les acercaba, mi afán completista me llevó a comprar muchos discos donde se veía implicados. Uno de ellos era el que grabo Howlin’Wolf, “The London Howlin’ Wolf sessions”. Hablemos de él.
Todo aquello empezó cuando Clapton, con el pelo rizado y con camisas de colores, sacaba aullidos de su guitarra tras un bolo con los Cream en el Fillmore de San Francisco. El productor de Chess, Norman Dayron, le ofrece a Eric el poder grabar un disco con Howlin’ Wolf, Clapton es fan de toda la vida del blues man, con los Yardbirds había interpretado “Smokestack Lightnin” y con los Cream; “Spoonful” y “Sitting on Top of the World”. Curiosamente estas tres composiciones también aparecen en “The London Sessions”
Wolf lleva tiempo con su carrera algo mas que apagada; desde su ataque al corazón anda muy de capa caída y ya tiene 60 tacos así que un empujón de estos chavales que han estado utilizando su música le vendría de perlas. Le acompaña su inseparable acompañante Humbert Sumlin hacía Londres para grabar el susodicho disco, junto a Clapton, que para la ocasión ha llamado a unos colegas suyos: Steve Winwood, Charlie Watts, Ian Stewart, Bill Wyman, Klaus Voorman y Ringo Starr, sin olvidarnos de Phil Upchurch en el bajo y Lafayette Leaks al piano. Lamentablemente Jeffrey Carp, de tan solo 19 años murió poco después de esta sesión.
En aquellos Olympic Studios ,del 2 al 7 de mayo se empiezan a grabar una series de clásicos del “Lobo Aullador” y de Willie Dixon, y es que nunca puede faltar alguna composición de Dixon en un buen disco de blues. Aquello lo produjo Marshall Chess, el sobrino de Phil Chess y fundador del sello CHESS.
Con este disco la carrera de Wolf volvió a resurgir gracias a que muchos descubrieron por primera vez a este inmenso cantante y su música. El álbum tuvo muchas malas criticas; los puristas como siempre se echaron las manos a la cabeza y no dudaron en lamentar y despotricar sobre la aportación de los músicos británicos. Lo curioso del asunto es que el disco es realmente bueno, a lo mejor no del nivel de “Fathers and Sons” de Muddy Waters, pero es un excelente disco. ¿Cuantos discos han sido marginados por malas criticas sin fundamento o por culpa de los talibanes de siempre cortos de mira y pocos abiertos a la innovación o renovación de un estilo o artista?
Aquí tenemos un gran disco de Blues confeccionado bajo una historia de admiración y amistad hacia uno de los pilares del genero por parte de un elenco de grandísimos músicos. Ademas los discos de Wolf nunca reflejaron el verdadero potencial de este músico. Aquí, en Londres, Howlin’ venia poco convencido y muy suspicaz, pero se fue con una gran sonrisa cuando vio la cantidad que estaba plasmada en su cheque.
Tras aquel disco los Stones se fueron a grabar “Sticky Fingers”, mientras que Slowhand, enamorado de Layla, formó los fabulosos Derek and The Dominoes, Winwood se embarcó en una serie de proyectos el magnifico “E.H In The U.K” y Wolf grabó “ Change My Way”.
Por cierto, la portada estuvo realizada por Don Wilson un excelente ilustrador al que le debemos portadas tan bellas como las de “My Labors” de Nick Gravenites, “Father and Sons” de Muddy Waters/Otis Spann/Mike Bloomfield/etc…Y “King Of The Delta Blues Singers Vol. II” de Robert Johnson.
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