Una cosa a la que siempre le he dado muchas vueltas (y es un opinión personal, que como todas se puede compartir o no) es que el mayor damnificado de la movida hard rock/heavy de este país ha sido y es el hard melódico. Mira que hay muchísimos fans del estilo pero con una predisposición hacia lo que viene de fuera y a veces (¿algunos?, ¿muchos?,¿pocos?) reacios al producto patrio, al contrario de lo que ocurre con otras ramas del árbol, y eso ha llevado a la desaparición por hastío de bandas realmente interesantes. Pero bueno, ahora mismo lo que nos interesa son aquellas que siguen al pie del cañón, luchando en un mundo más complicado que nunca por mantener las melodías en primera línea junto a las guitarras. Ese es el caso de 7 Almas, que llegan con su nuevo disco, «Abre los ojos», y cuya carta de presentación son sus canciones, y ahí amigo, es donde hay que dar el callo, demostrar que uno tiene lo que hay que tener. ¿Lo tienen 7 Almas?, pues una vez escuchado (y más de una vez) este «Abre los ojos», lo tengo muy claro, pues claro que lo tienen.
El disco se abre con «»Siempre vas a estar» y ese riff como guia mostrando melodía a raudales, teclados, coros… fórmula magistral tratada con maestría. «Cuando me miras» añade un ápice más de dureza gracias a ese riff de corte clásico al que ayuda el sonido del teclado para rememorar momentos más próximo al hard de los setenta desde el prisma de gente como Whitesnake. «Nunca vuelvas» tiene un rollo muy ochentero (¿Sangre Azul?) derrochando melodía en ese estribillo. Me encanta «Abre los ojos» con una intro fabulosa de guitarra (el trabajo de Oscar J. López durante todo el disco es enorme), un fantástico juego de voces y una batería que aporta mucha contundencia. No podía faltar la balada, que llega de la mano de «Invierno en octubre», con el punto necesario de feeling sin caer en el edulcoramiento excesivo. ¡Muy buena!.
«Revolución» es de manual, guitarras contenidas y mucha melodía, hard melódico de altos vuelos. Piensas que demasiado pronto llega la segunda balada con diferencia de la primera, al escuchar la introducción acústica de «Tú en mi vida» pero entra la guitarra y le va añadiendo potencia, a la vez que la batería va acelerando el ritmo. «Ya no estás» de corte más hard rockero, con un muy buen estribillo y si, me repito, esa guitarra amigo, esa guitarra. Sigue la marcha con «El reino de placer», donde destacan los teclados en su duelo con la guitarra, hard rock melódico para dejarte llevar y gritar, otra de mis favoritas del disco. «El templo del sol» hereda ese sabor Purple/Rainbow del que muchos somos grandes fans y que evidentemente nos pone a cien, cuando además se hace tan bien como 7 Almas. Cierra el disco «Contigo» balada intimista que despide un grandísimo trabajo de una gran banda.
0 comentarios