Cuando se anunció un disco nuevo de Van Morrison y que iba a ser más o menos como un disco de versiones de clásicos del soul y r’n’b mi reacción fue la de una total indiferencia. ¿Todavía hay alguien que necesite un disco de versiones? O lo que es peor todavía, ¿es necesario un nuevo disco de Van Morrison tras décadas y décadas de estar en la cúspide de los hilos musicales de grandes almacenes, bandas sonoras de filmes de sobremesa o ipods conectados a estéreos de alto standing?. Veamos la realidad del artista, que ha pasado de ser inconformista musical a ser engullido (por su propia culpa) por la propia masa social que no exige más que un buen sonido a lo que sale por el altavoz, cumplidores instrumentistas , y canciones de consumo fácil pero que denotan cierta artificial clase (lo de si hay alma en su interior es indiferente).
Con tal premisa, que escriba sobre Van Morrison en principio parecía una pérdida de tiempo, pues habrá mil y una reseñas que a buen seguro dirán que es Van que regresa a sus orígenes que está como un chaval, que vuelve a dar una clase…. pero al final la curiosidad me picó y me puse al frente de ROLL WITH THE PUNCHES y una cosa me llevó al teclado y…
Lo mejor del lp pues que hay cinco composiciones propias de The Man , una de ellas excelsa TRANSFORMATION recordando los días campestres de los 70 que me hace pensar para qué demonios nos ofrece unas versiones de canciones de r’n’b cuando a la vista del citado tema todavía existe debajo de su eterno sombrero magia. Las otras cuatro propias no pasan de ser una notable reproducción de retro r’n’b (claro está que con los músicos que maneja, estudios y producción hacer algo menor que notable sería pecado) en todo caso en ROLL WITH THE PUNCHES , la voz de Van suena más enérgica que nunca ; FAME es vacilona y agradable ; TOO MUCH TROUBLE pierde enteros al producirme una sensación de Jools Holland Band , y ORDINARY PEOPLE , vuelve a dar en el clavo sintiéndose como John Lee Hooker con toda la banda con Georgie Fame , Jason Rebello y Jeff Beck, en plan estelar.
Visto que lo propio mantiene un muy buen nivel, lo de dedicar a versiones el otro 60% del lp pues me causa cierto desasosiego teniendo en cuenta que de esta historia de canciones propias y homenajes ya hemos sido participes en aquella época Verve y posteriores . No me puedo quejar de interpretaciones y arreglos de las versiones ; es más hasta da la impresión que la habitual mal encarada compostura del artista fue dejada a un lado substituida por el ardor del alma al atacar el AUTOMOBILE BLUES de Lightin’ Hopkins , MEAN OLD WORLD de Little Walter; o GOING TO CHICAGO de Jimmy Rushing siendo precisamente en estos temas dónde Van al mostrarse más purista ,o si se quiere más acústico despojado de tanto sonido de big band de estrellas, libera en forma de grito de salvación, ese espíritu de bluesman que llevaba enjaulado. El resto del trabajo pues se escucha pero me sobra, ya que es más de lo habitual de Van, cuando se pone en plan festival jazz ( Mose Allison, Sam Cooke, Doc Pomus, Bo Diddley ) todo muy cuidado, excelentes músicos pero… sin dar el golpe del KO.
En definitiva, un buen trabajo de VAN MORRISON que de haber arriesgado por más temas propios o versiones más crudas y carnales en las versiones elegidas se hubiera convertido en demoledor . Al final la reticencia inicial se ha tornado en satisfacción pues es posible que este disco suponga acreditar que ha firmado el legendario pacto del bluesman con el diablo y el futuro deponga un Van The Man despidiendo de las entrañas el fuego interno que antaño tenía en su interior.
Mi lema: una Buena Canción se encuentra donde menos te lo esperas, por lo que nunca rechaces nada de antemano. «Cuando se anunció un disco nuevo de Van Morrison y que iba a ser más o menos como un disco de versiones de clásicos del soul y r’n’b mi reacción fue la de una total indiferencia» !!!