Cantaban Judas Priest, «you don’t have to be old to be wise» y yo lo adapto a mi manera de vivir la vida, de sentir la música y te digo, «no tienes que ser el puto Bob Dylan para que yo disfrute hasta la saciedad tu disco». No nos engañemos, que de eso ya se encargan todos los días factores externos.Veo la televisión, escucho la radio y no doy crédito, pero aún menos a la ignorancia de la gente capaz de creer todo aquello que les cuenten los que se posicionan a su lado. Espera, que como de costumbre me voy por las nubes, retomemos el camino. Decía que el mejor disco es aquel que te pone como una moto no el que te cuenten que debe ser E incluso sin ser esa puta obra maestra (vaya, se me coló otro taco, menos mal que tengo enchufe con el jefe de la revista) al que todos al menos una vez en la vida harán una foto para poner en .Facebook y que veamos como controlan, se convierte en banda sonora del momento adecuado. Estamos en verano, y cuando la tarde ya cae y el fresco intenta resarcir un día de calor, a mi, junto a una cerveza fría, el médico me recetó hard rock a todo volumen (si, ya se que mi doctor mola).
Llevo una temporada que al final, por una o por otra, cuando ya he lanzado el último cartucho de discos clásicos del hard ochentero, ese con el que crecí y juré amor eterno, busco novedades y termino amarrando en el puerto de estos Spolight Brides. Su «Way of rock and roll» suena y resuena, porque el secreto está a la luz, canciones divertidas, buenas guitarras, estribillos molones, chulería y espíritu de fiesta a doquier. ¿Buscas más?, muy bien, pero te recomiendo que hagas una parada mientras acabas rápido con un par de birras heladas. Estos alemanes tienen como lema «Only Rock n’ Roll – No Bullshit» así que ya estás avisado de lo que nos van a ofrecer Gibson Sioux [voz], Florian Nöizemachine [guitarras], Jay B. Joe [guitarras] y Patrick Beatcore [batería] que llevan desbordando pasión desde 2012. Detrás de esa sugerente portada nos encontramos con 11 canciones llenas de ritmo, como la que da inicio al disco, «We are the Brides», estribillos marcados, riff en primera plana y melodía a tope como marca de la casa.
Sube el volumen a tope, a tus vecinos les encantará cuando estos tipos griten a pleno pulmón «Way of rock and roll» con ese rollo sleaze que se marcan. «Hellevator», «She must be a sin o «What I want» mantienen ese aspecto chulesco, directo, divertido. No falta la balada, aunque sobrada de fuerza, titulada «This is life» para redondear el disfrute de este disco. Lo dicho, no será el disco que cambie tu vida, ni será portada de ninguna enciclopedia, pero amiguetes, la marcha os la aseguran y no defraudan.
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