No se si la palabra correcta sería cambiar, pero evidentemente, los surcos que te va dejando en la piel el tiempo, te van haciendo ver las cosas, no si de manera distinta, al menos apreciar otras situaciones. Aprendizaje de vida, dirán algunos, maneras de vivir a la fuerza, prefiero comentar yo. Vivimos unos tiempos en los que mucha gente se indigna más porque una palabra pueda ofenderles que porque una mano les robe la cartera del bolsillo a plena luz del día. Ya os lo dije, maneras de vivir. Espiritualidad que deja de ser alimento para el espíritu (valga la redundancia) para convertirse en caballo de batalla de tradiciones sociales y acomodadas, esa brizna continuamente metida en el ojo que nos permite no ver aquello que no nos interesa, amancebamiento mezquino mezclado con las falsas heroicidades que permiten el hacerse el valiente desde detrás de un ordenador. No todas las evoluciones en la vida son para bien, aunque a veces, por fortuna, alguien decida pulsar el interruptor que enciende la luz de la esperanza.
Josh Brister se ha sentido tentado por los vientos del cambio originados por los tiempos. Nacido en New Orleans, criado por la vida en Mississipi, hasta ahora cantaba y componía sobre su forma de vida en aquellos lares como cantautor folk, que ha llegado a compartir escenario con gente como Shooter Jennings o Paul Thorn entre otros. Transformado en Burt Byler, junto a The Bearded Souls, cambia de sonoridades y conciencia, emprende con su guitarra un viaje con sus alforjas llenas de rock sureño, blues del Mississipi y esa herencia del rock americana. A veces el pellizco que te hace abrir los ojos como platos puede venir de la manera menos prevista, y fue una serie televisiva, «Making a murderer«, que tanta controversia ha creado en el país del Tío Sam, ahora pretendido cortijo particular de Mr. Trump. Ese enfrentamiento directo ante la corrupción y la justicia, fue la semilla de este castillo de corrupción, al que da vida, tratando de afrontar temas actuales en sus letras, y no solo dejando que las buenas intenciones se las lleve el viento, porque el 10% de las ventas del EP irá destinado a ayudar a niños sin recursos en Mozambique, África a través de la ONG Dignidad.
El destino ha llevado a Burt Byler a vivir en Madrid, y a que The Bearded Souls lo formen Moisés Rubin como guitarrista principal (Moses Rubin, The Baked Beans in Tomato Sauce Brothers), Jonatan Temprano a la batería (Maria Ayo, The Flamingos Bite) y Pablo Delgado (Maria Ayo) en el bajo. Después de haber estado presentado sus temas por USA, ahora toca tour por España y gira acústica por Noruega, Alemania, Austria y Suiza. Pero centrémonos en las 6 canciones que forman este magnífico «Castle of corruption», en el que se unen junto a aquellas cosas que le conmueven, la intimidad y fuerza a partes iguales. El ep se abre con «Slave dog», y desprende fuerza a raudales a la vez que suena sincera y desgarrada. «Slow down boy» contiene unas guitarras afiladas, potentes, junto a una estrofa que marca un ritmo marcado, una canción que tiene pinta de funcionar muy bien en directo.
«Castle of corruption» ahonda en el sonido más americano, tira de raíces, de vivencias, y es curiosamente, mi favorita del disco, y ya os digo de antemano, que me ha costado decidirme por solo una canción, pero ese este tipo de temas que notas como el alma de su autor escapa con cada acorde. «Heartbreak rodeo» se alinea cercana a los grandes nombres del rock americano, en la mejor tradición de gente como Mellencamp, historias de la gente con una acústica como arma para mostrarlas. «Glory land» vuelve a unir fuerza e intensidad, impregnando emociones. El disco se despide de forma acústica con «Cakewalk» y la sensación de un trabajo muy bien hecho, de los que va ganando con cada escucha, del que vas descubriendo matices cada vez.
Burt Byler estará tocando durante estos meses por distintos puntos de la península, y yo no pienso perderme su directo. Os dejo las fechas confirmadas de momento
-16 de marzo Madrid, sala Fun House
-17 de marzo Barcelona en Continental
-26 de Mayo Santander en Haddock Bar
– 8 de Junio Sevilla en Sala La Calle
-9 de Junio El Puerto de Santa María (Cádiz) en Sala Milwaukee
-10 de Junio Málaga en ZZ Pub
Las entradas son a 6€ anticipadas, 8€ en puerta y 10€ anticipada + disco físico.
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