Retomamos el especial dedicado a los discos imprescindibles de la historia del rock progresivo recorriendo el mundo de cabo a rabo. Esta vez con parada en el país vecino y con Gong, un grupo que fue algo más que una simple banda de rock, ya que eran una manera de vivir en comunidad, un acercamiento al planeta imaginario de su fundador y padre espiritual Daevid Allen.
Daevid era miembro de los primeros Soft Machine, pero no pudo regresar con la banda a Inglaterra tras una gira debido a problemas con el visado de su pasaporte, ya que era australiano, optando por quedarse en Normandía donde pronto se unió a una comunidad hippie en la que militaban muchos músicos franceses con las mismas inquietudes que él.
Encasillados en la escena de Canterbury por muchos especialistas por su especial visión del jazz rock, Gong ha sido pionero en muchas tendencias; no por nada su guitarrista Steve Hillage virtuoso maestro de las seis cuerdas, produjo una infinita de grupos de electro dance que asimismo samplearon muchos pasajes sonoros de la música de Gong; especialmente de Camembert Electrique, disco que data de 1971, el mismo año en que Can, Magma, Faust y el Krautrock empezaba asomar su fauces. Este disco es la puerta de entrada a la trilogía llamada Radio Gnome; algo así como El Hobbit al Señor de los Anillos.
Con el paso de los años muchos cambios tuvieron lugar en el seno de la banda, y diferentes opiniones que hicieron que Gong dejara su lado más extraño y cómico para adentrarse en un Jazz Rock más cerebral aunque muy personal. Pero eso es otra historia, volvamos a Camembert Electrique. Aquí nos topamos con un disco increíble, innovador, lleno de ingenio y emoción. A pesar de que la formación aun no tenía a Steve Hillage en sus filas, tenemos al gran Pip Pyle tras los parches dejando su huella. Asimismo completan esta nave de locos, Cristiano Tritsch, Didier Malherbe, Gilli Smyth , Eddy Louiss , Constantin Simonovitch y el comandante Daevid Allen en la voz, guitarras, bajo y toda clase de sonidos demenciales. Aún no están luminarias como Hillage, Moerlen, Howlett y Tim Blake, pero no se les echan de menos para nada.
Ambas caras del disco comienzan y terminan con efectos de sonido que han perdido parte de su propósito con el formato digital, ya que aunque todo parezca una locura, es una enajenación ingeniosa y lucida. Ritmos frenéticos y cantos repetitivos se fusionan con un jazz ecléctico y alucinado, el saxofón y la flauta de Didier Malherbe son estratosféricos, demenciales! Escuchen “You Can not Kill Me”, “Mister Long Shanks”, un caos frenético con claras influencias del sonido Canterbury y de Frank Zappa, pero con su propio sabor divertido. El perfecto ejemplo de cómo combinar Space Rock con progresivo, psicodelia y Jazz. Porque tanta locura también tiene sus momentos de paz y sosiego como sus ocasiones para entrar en espacios mas mullidos y fantasmagóricos , pero cuidado con amodorrarse , cortes como “Dinamite: I’m Your Animal” por ejemplo se ocuparan de volver a zambullirte en la vesania.
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A lo mejor para muchos no es una obra maestra, pero sin duda es un clásico a tener obligatoriamente si eres amante del genero Prog o Jazz Rock. No olvidarme de la caratula con esos simbólicos y personajes alucinados que dibuja el propio Daevid, evidentemente se aprecia en todo su esplendor en su versión de vinilo. Lamentablemente Daevid falleció recientemente, el 13 de marzo de 2015, y sirva, aunque tarde, este pequeño post como homenaje a este enorme músico que estuvo hasta el último momento tocando. «……Tu Veux un Camembert?»
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