Lo de los suecos Märvel ya no sé cómo definirlo, os aseguro que me quedo sin adjetivos ante una de las mejores bandas de escandinavia. No contentos con facturar hace poco más de un año aquel impresionante cuarto LP, Hadal Zone Express (2014), como los perfectos culos de mal asiento que son, y la incontinencia compositiva de la que están haciendo gala en estos últimos años, ya tienen un nuevo E.P. bajo el brazo titulado The Hills Have Eyes (2015) del que ya os he ido dejando avances este verano en formato clip.
Mi amor por los Märvel, para qué os voy a engañar, viene de a través de un soberano discazo que apestaba a Hellacopters, MC5 pero también a Kiss, su nombre, Thunderblood Heart de 2007. A partir de aquí me convertí en un incondicional y no sólo por su exhuberancia ‘high energy rock’n’roll’, ¡nada de eso!, ya que su mayor baza, la que le ha desmarcado y les desmarca de muchas otras, es la de parir unas melodías perfectas y que se te quedan a la primera.
Visualmente hablando, no puedo dejar pasar la genial ilustración que han elegido, me encanta esa acuarela con la tinta china y la amenazadora composición con ellos en primer plano.
Musicalmente, lo digo con absoluta rotundidad, cada vez son mejores en el artesano arte de la composición, la melodía y el ritmo, unos verdaderos hachas pariendo canciones pegadizas como el chicle. Quizás, en las seis canciones de las que se compone The Hills Have Eyes predominen los medios tiempos…¡¡¡pero qué medios tiempos Pupilos!!!. Así, la misma canción que titula el E.P. y que fue el primer avance que descubrimos ya nos propone un tema acústico, con un protagonismo total de las armonías vocales y un regustillo a aquel lejano Oeste que todos consumíamos en las tardes de verano de hace 20 o 30 años. «Bring It On» va por el mismo palo, un tema reposado, de melodía amable y estribillo irresistible. «Goodbye, Shalom!» tiene electricidad pero mucha más melodía KISS y powerpop. Qué orgulloso se sentiría Paul Stanley si conociese a ‘The King’.
Los otros tres temas que me quedan sacan a relucir el ramalazo eléctrico y ‘action rock’ de los Linköping, primero con una curiosísima ‘cover’ ni más ni menos que….¡de W.A.S.P.! con su «L.O.V.E. Machine» que llevan a su terreno con una naturalidad apabullante…
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El tema que abre el disco, «Back In The Saddle» nos muestra un ‘high energy’ más de manual, que bebe claramente tanto del High Visibility de los ‘Hellacas’ como de Thin Lizzy. Por último, «One Shining Moment» es el tema más furioso y cañero, de urgencia implacable y ‘action rock’ explosivo que demuestra que, aunque The Hill Have Eyes (el álbum) haya bajado en decibelios para experimentar con medios tiempos y acústicas, todavía saben sacar músculo cuando les sale de las pelotas.
En conclusión. ‘The King’, ‘The Vicar’ y ‘Speedo’ pueden estar orgullosos. Seremos pocos fans los que les seguimos pero siempre iremos a muerte con ellos, sobre todo si siguen sacando colecciones de canciones con tanta clase y talento como la que ahora mismo tengo entre oreja y oreja.
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