Hace cosa de un año, a raíz de la publicación del pimer EP de Random Thinking, tuve conocimiento por primera vez de la existencia de la dupla Aurora y Ángel, dos hermanos procedentes de las soleadas tierras andaluzas. Dos hermanos que además de sus vínculos de sangre tienen en común su pasión por el mundo de la guitarra, lo que quedaba patente a lo largo de los seis temas que acabaron dando forma su primer trabajo, que sentaba las bases de su música.
Unas bases que pasan por un perfecto dominio de la guitarra acústica con, tal como ya se comentó en su momento, algunos momentos realmente brillantes que ya dejaban entrever que la conjunción entre esas dos guitarras y la voz de Aurora iba a tener continuación en un futuro con un trabajo más ambicioso. Ese momento ha llegado.
Sí, Random Thinking han venido para quedarse, y ahora que desde hace unos días en mi equipo está sonando el primer larga duración del grupo, que verá la luz la próxima semana, sólo de magnifico se puede catalogar este primer disco que nada más empieza a girar, te das cuenta de que el grupo ha dado un paso adelante en su carrera ya que, sin olvidar sus raíces acústicas, se han rodeado de una buena producción y de un mejor acompañamiento, con una banda que se acopla perfectamente a ambos para brindarnos once temas que consiguen alejarse perfectamente de ese peligro que suele sobrevolar cuando estamos ante un virtuoso de un instrumento obsesionado con recordarnos lo bueno que es y olvidando dotar de alma y magia a su música, y en eso, mi admirado David Gilmour es el gran maestro. Once canciones donde las dos guitarras están omnipresentes, sí, pero igual será por casualidad que el gran protagonismo del disco se lo acabe llevando «Haunted by your eyes», donde un espectacular Alberto Miras al piano es el encargado de acompañar la voz de Aurora en una pieza llena de esa magia anteriormente comentada que acaba siendo el momento cumbre de este primer disco de Random Thinking.
Y es ahora, una vez mencionada por primera vez la voz de Aurora, cuando hay que detenerse para hablar de ella y recuperar un cita de hace un año cuando comentaba eso de que: «lo de Aurora es de nivel superior». Ángel realiza un impecable trabajo como principal guitarrista del grupo, mientras que el resto de los integrantes cumplen a la perfección lo que se espera de ellos. Incluso Bernd Voss consigue asomar con la fuerza necesaria para que su guitarra eléctrica otorgue un perfecto equilibrio al conjunto final, pero nada sería igual si Aurora no se hubiera lanzado a cantar.
La instrumental «Mud Idols», la única licencia que se conceden los dos hermanos, en compañía del anteriormente citado Bern Voss a lo largo del disco, nos da paso a «The Woman Dressed In Black». Con un inicio muy a lo Jimmy Page, nos devuelve esa delicada magia con la que envuelve Aurora y que ya no nos soltará hasta que «Don’t Mimd» se encargue de cerrar este primer larga duración de Random Thinking, pero antes de que eso llegue, habremos transitado por autenticas delicias como son «Imagination», «Travelling Light», o la pegadiza «Heading South», encargada de dar paso a la ya mencionada «Haunted by your eyes».
Y no querría terminar sin hacer una mención a la elegante presentación de este disco homónimo, un digipack donde se han cuidado todos los detalles y para lograr que envoltorio y contenido estén a la misma altura. Sí, he de reconocerlo: Random Thinking me interesaron hace un año, pero ahora, una vez degustado el primer larga duración, no hay duda, me han ganado para la causa.
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