Pero, ¿qué es Lamb? ¿Un ataque de cine rural nórdico? ¿La venganza de la Europa vacía? Hay que ver el daño que films tan inflados por la crítica como la plomiza Midsommar está provocando. Digámoslo pronto y claro. Lamb es muy aburrida. Es más, ni siquiera es un film de terror. Me da igual las críticas positivas o el premio en Sitges. Lamb es un film aburrido e insustancial como pocos. Primeramente, lo que Valdimar Jóhannsson narra en 100 minutos se podría haber contado en 35. El estilo pausado pero inquietante de la genial The Witch es aquí imitado con resultados bastante pobres. No tengo nada en contra del terror folk ni de las fábulas, siempre que no me aburran. Lo de ir con el tractor por los bellos paisajes islandeses está muy bien pero a la quinta e insustancial escena de laboreo uno sospecha que le están tomando el pelo. Sensación que se va acrecentando cuando vemos pasar los minutos y no pasa prácticamente nada. Todas esas escenas de los protagonistas realizando labores de granja me resultaron innecesarias. Pueden tener su gracia al principio pero pronto nos damos cuenta que no sirven más que para rellenar minutos. Tampoco hay historia, hay una anécdota que se ha intentado estirar demasiado.
Cuando ocurre algo (al fin), ese algo que se supone que es el meollo de la película, nos damos cuenta del truco enseguida. El avispado director Valdimar Jóhannsson nos muestra solamente lo que quiere y pretende engañarnos (otro que se cree Shyamalan). Lamentablemente, se le ve venir desde lejos y su burdo engaño no se sostiene. Lo peor de todo: No hay drama, ni sorpresa, ni terror por ningún sitio. Solamente tedio. Ni los personajes ni sus reacciones resultan creíbles. Lo cierto es que no creo que el problema sean los actores ya que los pocos que aparecen están bastante bien. La siempre eficiente Noomi Rapace, los desconocidos Hilmir Snær Guðnason y Björn Hlynur Haraldsson intentan darle sentido a una trama que no hay por donde demonios cogerla. ¿Parábola sobre las frustraciones de la maternidad? ¿Tratado sobre qué nos hace humanos? No me jodas.
Como la película se les iba a quedar muy corta, se sacan de la manga al personaje del hermano con todo su pasado como frustrada estrella del rock. Pues muy bien, me parece el personaje más centrado del film. Al menos, inicialmente intenta usar la lógica aunque acaba por aceptar la estupidez de la situación. Oye, ¿metemos una escena de sexo? ¿Así, sin venir mucho a cuento? Pues venga, vale, que entre montañas no hay mucho que hacer. Y seguimos con largos planos de montañas que nos quieren decir de manera bastante burda que una amenaza se cierne sobre los protagonistas. Qué original, madre mía. Pero cuando esa amenaza se materializa es cuando descubrimos que el film se ha acabado y nos han intentado tomar el pelo.
Venga, vamos a darle el beneficio de la duda a Valdimar Jóhannsson, que es su primera película y el tipo no rueda mal. A ver si en las siguientes aprende a recortar metraje. Un consejo: no todo lo que se rueda tiene que aparecer en el film. Ya lo decía Kubrick: en la sala de montaje hay que cortar todo aquello que no aporte nada a la historia, sin importar el dinero o el tiempo que costara rodarlo. Si no aporta nada, a la papelera.
Pues eso.
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