Zack Snyder es ese director que a muchos les encantó con aquel remake de El amanecer de los muertos (2004) hace casi 2 décadas. Lo cierto es que no estaba mal y tenía un humor negro que le sentaba como un guante de látex al mortecino género de los zombies. Luego Snyder se dedicó a adaptar iconos del cómic como 300 o Watchmen con resultados bastante aceptables (al menos en taquilla). Reconozco que su film de animación Ga’Hoole: La Leyenda de los Guardianes me gustó bastante, pero con la indigesta Sucker Punch ciertas señales de alarma empezaron a parpadear. Snyder es un tipo eficiente cuando el guión es de otro, pero es un pésimo guionista. Tampoco sabe cuándo debe cortar, lo que provoca que a sus films les sobre metraje por todos los costados.
Su incursión de lleno en el universo cinematográfico de DC supuso la constatación de que su estilo pretencioso y transcendental no se llevaba bien con el género súper heroico. Fue un error desde el principio tomarse demasiado en serio a unos personajes que nunca lo necesitaron. También aquí fue Marvel mucho más hábil. La ironía y la desmitificación de Marvel la convirtieron en la clara campeona. Las disputas con DC hicieron que Snyder haya estrenado recientemente su propia versión de aquel despropósito llamado La liga de la justicia. Un ladrillo de 4 horas que tengo pendiente de ver. Se me ocurren unas 250.000 películas (incluidas películas polacas en blanco y negro) en las que ocupar mi tiempo antes.
Ahora, y de la mano de Netflix, Snyder regresa al género que le vio nacer como director. Army of The dead parte de la premisa de fusionar el género zombie con el género de atracos. Por los avances uno podría pensar que estábamos ante un cruce descerebrado entre Ocean’s eleven y La noche de los muertos vivientes. Raudales de acción y gore regado con toques de terror, vamos, lo que cualquier aficionado al género zombie esperaría. Pero nada más lejos de la realidad. Sin embargo, la escena inicial me resultó fallida y excesivamente alargada, mal empezamos. Al menos, los títulos de crédito con la apocalipsis zombie en Las Vegas me agradaron. Eso sí, el uso de canciones me resultó de lo más insulso. ¿No había otras canciones menos manoseadas? ¿Viva Las Vegas? ¿En serio?
Snyder ha parido un guión demasiado largo y falto de ese humor y mala baba que se supone iba a tener su film. A su relato le falta ritmo, basta con decir que la primera escena de acción llega cuando ya ha transcurrido la primera hora del film. Snyder es un buen director de escenas de acción pero sus personajes resultan planos y vacíos. Todo muy visto. El típico tipo duro que vuelve a la carga una última vez. Un último golpe y me retiro. Lo cierto es que esa primera hora se me hizo llevadera a duras penas. Ni Dave Bautista es un gran actor ni los secundarios tienen el carisma necesario en un guión que deja bastante que desear. Tampoco esa fotografía de colores apagaos y esa manía de jugar con el enfoque me resultaron acertadas. Por suerte, la cosa mejora cuando entramos en faena (más vale tarde que nunca) y Snyder nos regala una cuantas escenas de acción bastante potentes y entramos en el inevitable juego de ver qué personaje va a ser el siguiente en caer. Eso sí, tanto efecto CGI creo que le resta enteros al asunto zombie. Tranquilos, no resulta tan patético como en Soy leyenda.
Una vez más el guión lastra la película: decisiones ridículas e incoherencias campan a sus anchas tanto o más que los zombies. Un par de ejemplos: 1.- la hija del prota (una chica muy mona que aporta más bien poco al equipo) decide jugársela de la manera más estúpida frente a una horda de zombies hambrientos por ir buscar a un personaje que nos importa un bledo y tiene el 99,999% de probabilidades de haber perecido hace horas. 2.- El villano llega antes en un caballo (muerto) que el helicóptero de los buenos. Ya sabemos que es mejor apagar el cerebro cuando se ve cierto tipo de cine…
Si los secundarios resultan decepcionantes, el villano sí me resultó interesante. Sigo si verle el sentido a que un zombie (o lo que sea) use casco y capa mientras cabalga sobre un caballo (igual se dirigía a un casting de Juego de Tronos), pero el tipo tiene más carisma que muchos secundarios (y sin decir una palabra). Una pena que Snyder sea incapaz nuevamente de acortar la duración de su película. Hasta el epílogo me resultó demasiado largo. 148 minutos son excesivos para esta historia que se podría haber contado en 90 minutos.
Lo dicho, gustará a los fans de esa mole de músculos llamada Dave Bautista (que alguno debe haber) y a los adictos al género zombie sedientos de su dosis de casquería.
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