Este noviembre me lo guardo en el cajón de las victorias. Las locuras no saben a poco cuando se hacen en buena compañía. Los triunfos se convierten en recompensas cuando una sonrisa ilumina el camino. Cuando las lágrimas no son de pena. En el momento que la tensión deja paso al sueño cumplido. Busco mi rincón favorito que ahora es nuevo. Me dejo llevar para conquistarlo y hacerlo mio. Tengo un buen puñado de libros por leer. Me guardo ciertos discos por escuchar. No me gustan las calmas que anuncian tormentas. Prefiero las que hacen aflorar los sentimientos. Suena «Slip away» y me siento arropado en mi hogar a pesar de que Charlie Overbey y su «Broken Arrow» nos habla del suicidio junto a la voz de Miranda Lee Richards. Fraseos vocales de Charlie que recuerdan al gran Cash. Country de tiempos modernos que conocen de memoria los antiguos. «Shame» suena sincera y directa.
The Mastersons (Steve Earle) se unen al homenaje en «Outlaw» una película en blanco y negro llena de brindis y recuerdos mientras cantan “Duane Allman on guitar, load the outlaws in the car and let Waylon take the wheel.”. Me entrego sin reservas al feeling de «Heaven Only knows». Más emotividad con Eddie Spaghetti cantando “If I die at 47, will they drag me off to heaven or drive me off to hell in my prime.” en «The ballad of Eddie Spaghetti». Eleanor Whittmore hace coros en la añeja «Trouble likes me best» en la que nos canta aquello de “Kentucky whiskey took me to jail in Tennessee.”. «Hero in town». Guitarra y voz y viceversa. Verdades desde el púlpito. Canciones de vida. «This old house» y «Echo park» nos traen recuerdos de un contador de historias como es Bruce Springsteen cuyos ecos resuenan en ambas canciones. Vuelta al viejo country de Cash en «Last deep breath» que pone punto final a un disco para amar en noviembre o en cualquier mes del año.
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