Walter Trout ha demostrado que una insuficiencia hepática no es lo suficiente fuerte como para poder hacer menguar su potencial. Walter es un luchador nato que lleva en su corazón el Blues, y en sus manos el poder de poder transmitirlo, siendo su Fender el elemento necesario para encauzar ese torrente de sentimientos que desprende su música.
Su anterior trabajo, Battle Scars, del que ya dimos buena cuenta en esta casa, supuso su regreso tras superar sus graves problemas físicos. Un disco con el que se nos presentaba más fuerte, más maduro , y con el que se encargaba de reivindicarse y alzar a los cuatro vientos que todavía queda Trout para rato, cosa que desde aquí celebro por todo lo alto.
Y ahora, unos meses después de su lanzamiento, nos llega este Live in Amsterdam, un directo que refleja a la perfección la excelencia de este genio de las seis cuerdas. Una autentica obra de arte de principio a fin, y que a lo largo de sus casi dos horas de duración no emplaza a un autentico viaje a través del Blues, y es que Walter y su Fender ha conseguido atraparme y muchos son los momentos en los que se me ha puesto la piel de gallina ante ese torrente de emociones en que se acaba convirtiendo este directo, y que refleja a la perfección lo que es tener encima del escenario esta autentica leyenda del blues.
Varios son los temas del disco que le sirvió para resurgir que sonaron aquella noche en Amsterdam: ”Almost gone”, “Omaha”, “Tomorrow seems so far away”, “Playin’ hideaway”, “Hauted by the night”, y “Fly away”,seis cicatrices de una batalla que se amoldan a la perfección con sus clásicos, sin olvidarnos de algún cover, como el “Rock my baby del maestro y añorado B.B.- King.
Cómo comentó recientemente Walter al hablar de su reciente gira: “Si la gente va buscando un espectáculo relajado, no lo va a encontrar, esta es la forma más potente de hacer las cosas”. Y en esto estoy al 100% de acuerdo con Trout: su disco es un gran despliegue de Blues Rock a todo volumen, en el que en algunos momentos gana mucho más la intensidad, sin perder el fuelle rockero. Una guitarra que deja claro que estamos ante uno de los mejores guitarristas a la sombra de los grandes. Si no conocéis la música de esta gran talento, Live in Ámsterdam es la perfecta excusa para que os podáis acercar a él.
0 comentarios