Que en un lugar tan alejado de las giras roqueras como es El Puerto de Santa María, o toda la provincia de Cádiz, lleguen conciertos de este tenor se debe al amor a la música de ciertos particulares o colectivos que deciden invertir su tiempo y su dinero en el disfrute popular.

Uno de ellos es el colectivo R.A.S. (Rock Action Sur) a los que se debería agradecer el ímprobo esfuerzo porque bandas como The New Christs puedan actuar en este pequeño rincón del sur del sur. Y es que los australianos se basan en los cimientos de los míticos Radio Birdman, una gloria “aussie” del “punk rock”, si bien es cierto que The New Christs es un proyecto más centrado en el “garaje rock” pero con la misma actitud, y aptitud, demoledora.

Un evento que se celebró en la coqueta Sala Milwaukee, con un lleno absoluto pues las entradas estaban agotadas una semana antes. Allí se convocó un público sediento de músico que disfrutó en la enfervorecida hora y cuarto que ofrecieron los oceánicos que enlazaban canciones sin apenas descanso. Un quinteto encabezado por la presencia de Rob Younger, la voz y líder de Radio Birdman, vestido de negro riguroso, hierático en su rostro y pasando los setenta años dio una lección de cómo acometer un tema. Alguien por el que el tiempo no pasa. Impresionante.

A Younger le acompaña otro Radio Birdman como es el veterano Jim Dickson, detrás, en un discreto segundo plano, con su bajo Fender crea una más que solvente base rítmica con la batería de Paul Larsen, quien no necesita de grandes aspavientos ni trucos con las baquetas para ofrecer una potencia y pegada brutal. Como guitarras (y apoyando en los coros), geniales tanto Dave Kettley y Brent Williams, uno con una Epiphone y el otro variando una Orville (la Gibson japonesa) con una Blade (guitarra de lutier, más próxima al sonido Fender y que recordaba a la usada por Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music).

Sobre el directo en sí, los de Sidney mostraron un enérgico rock, repasando su cancionero en un repertorio de algo menos de veinte canciones donde desde su inicio con “We have landed” ya tenían a toda la Milwaukee entregada. Un tour que lleva por nombre “The Burning of Rome” no podía dejar de tocar el corte homónimo aunque habría que esperar a la parte central, justo después de una aclamada “Born out of time”. Gustaron también las iniciales “Waves form”, “Woe betide” o “Headin´South” o el final con “On top of me” y “My existence”, con una breve salida y los tremendos bises “Like a curse”, “i swear” y “Bonsour à vous”. Un cierre colosal para una inolvidable noche, con una formación que aúna el respeto y el “underground”.

Que en un lugar tan alejado de las giras roqueras como es El Puerto de Santa María, o toda la provincia de Cádiz, lleguen conciertos de este tenor se debe al amor a la música de ciertos particulares o colectivos que deciden invertir su tiempo y su dinero en el disfrute popular.
Uno de ellos es el colectivo R.A.S. (Rock Action Sur) a los que se debería agradecer el ímprobo esfuerzo porque bandas como The New Christs puedan actuar en este pequeño rincón del sur del sur. Y es que los australianos se basan en los cimientos de los míticos Radio Birdman, una gloria “aussie” del “punk rock”, si bien es cierto que The New Christs es un proyecto más centrado en el “garaje rock” pero con la misma actitud, y aptitud, demoledora.

Un evento que se celebró en la coqueta Sala Milwaukee, con un lleno absoluto pues las entradas estaban agotadas una semana antes. Allí se convocó un público sediento de músico que disfrutó en la enfervorecida hora y cuarto que ofrecieron los oceánicos que enlazaban canciones sin apenas descanso. Un quinteto encabezado por la presencia de Rob Younger, la voz y líder de Radio Birdman, vestido de negro riguroso, hierático en su rostro y pasando los setenta años dio una lección de cómo acometer un tema. Alguien por el que el tiempo no pasa. Impresionante.
A Younger le acompaña otro Radio Birdman como es el veterano Jim Dickson, detrás, en un discreto segundo plano, con su bajo Fender crea una más que solvente base rítmica con la batería de Paul Larsen, quien no necesita de grandes aspavientos ni trucos con las baquetas para ofrecer una potencia y pegada brutal. Como guitarras (y apoyando en los coros), geniales tanto Dave Kettley y Brent Williams, uno con una Epiphone y el otro variando una Orville (la Gibson japonesa) con una Blade (guitarra de lutier, más próxima al sonido Fender y que recordaba a la usada por Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music).

Sobre el directo en sí, los de Sidney mostraron un enérgico rock, repasando su cancionero en un repertorio de algo menos de veinte canciones donde desde su inicio con “We have landed” ya tenían a toda la Milwaukee entregada. Un tour que lleva por nombre “The Burning of Rome” no podía dejar de tocar el corte homónimo aunque habría que esperar a la parte central, justo después de una aclamada “Born out of time”. Gustaron también las iniciales “Waves form”, “Woe betide” o “Headin´South” o el final con “On top of me” y “My existence”, con una breve salida y los tremendos bises “Like a curse”, “i swear” y “Bonsour à vous”. Un cierre colosal para una inolvidable noche, con una formación que aúna el respeto y el “underground”.




















0 comentarios