Crónica de Rage con Balsa de Piedra y Crusader en Sevilla, Sala Supra Music Hall

El pasado viernes Andalucía cumplió con creces en su cita con el heavy metal, colgando el cartel de todo vendido en la sala Supra Music Hall, antigua sala Fanatic. Pero el poder celebrar los cuarenta años de Rage era un motivo muy especial. Rage, una banda referente para muchos de lo que es el heavy metal en estado puro y un fijo en la lista de muchos de los garitos que solemos visitar en nuestras noches libres para relajarnos del estrés laboral o social de los tiempos que nos ha tocado vivir.
En una gira un poco extraña por nuestro país, con dos fechas en las ciudades de Sevilla y Vitoria, aprovechando su participación en el Festival Atalaya Rock de Pozal de Gallinas en Valladolid, dejando para otra ocasión el pasar por las dos principales plazas fuertes que son Barcelona y Madrid, los germanos congregaban a sus fans para hacerlos disfrutar con su amplísimo repertorio.

La promotora Oliskull acertó a la hora de trasladar el evento a la sala Supra, tras agotar el aforo de la sala X, y completando el cartel del concierto con dos bandas sevillanas, Crusader y Balsa de Piedras, que no son muy conocidos en las provincias de alrededor, pero tienen su público en la capital andaluza.

Afrontando el mal tiempo que nos llegaba para todo el fin de semana, un montón de metaleros nos desplazamos desde muy diferentes rincones de la comunidad andaluza para reunirnos a las 8 de la tarde frente a las puertas de la sala, esperando con ganas entrar para disfrutar del directo de las tres bandas, escuchando cómo terminaba la última prueba de sonido, y buscando refugio en los momentos donde la lluvia hacía acto de presencia.

Por fin, a las 20:15 horas pudimos acceder a la Supra Music Hall para coger sitio cerca del escenario para disfrutar de una noche de heavy metal, que comenzó media hora más tarde con la banda Crusader.

La banda venida desde Dos Hermanas, comenzó en el 2003, consiguiendo sacar su único trabajo, el LP “Tu Otro Yo” en el 2011. Volviendo a los escenarios después de 12 años de silencio, Crusader está actualmente formado por los fundadores del proyecto, los hermanos Luis y Tomas Romero a las guitarras y Jose Miguel Karo en la batería y coros, incorporándose en esta nueva etapa Alberto Cardona al bajo y coros, y Jose Medina como cantante. El veterano quinteto se decanta por el heavy clásico de los 80 y 90, con reminiscencias de las bandas de la NWOBHM y temas en castellano.

Comenzaron de manera enérgica con los temas “Fijo Mi Rumbo” y “Rugido” mientras se ajustaba el sonido del concierto. Desde donde yo me encontraba, no era del todo perfecto, teniendo bastante presencia la batería, la guitarra rítmica y el bajo, pero teniendo en un segundo plano y costando apreciar bien la guitarra solista y la voz. Tocaba sacrificar calidad musical para poder disfrutar del concierto bien cerquita del escenario.

Continuando con el espectáculo tocaron “Dejo Marchar” y “Remonta El Vuelo”, recordándonos a los Manowar con el tema “Sinfónica Y Triunfal”, seguido de la melodiosa “Abrázame” y la épica “Guerrero De Mi Destino”, para despedirse con el sencillo “Golpea”, adelanto de su nuevo trabajo, que está disponible en streaming y videoclip, siendo coreado por el público presente en la pista que los despidió con un sonoro aplauso, tras la foto de rigor de la banda con el público.

Estaremos atentos para poder escuchar lo nuevo que nos vaya llegando del resurgimiento de los nazarenos.

Los siguientes fueron los sevillanos Balsa De Piedra, una banda que se mueve entre el metal gótico y el progresivo, comenzando su carrera musical con el EP “Et In Arcadia Ego” en el 2018, seguido del EP “Gólgota” y su primer LP “Soror Tenebrosa” en el 2021. En este momento se encuentran presentando los nuevos temas que forman parte de su próximo disco “Vanitas”, que está pendiente de publicar.

El quinteto está formado actualmente por el cantante Juan Ríos, los guitarristas Moisés Hidalgo y Ángel Marcos, el bajista Raúl Schilperoort y el baterista Manuel Júscar.

Tras una introducción instrumental, tocaron el tema “In Vino Veritas”, que formará parte de su próximo disco, seguido de “Gólgota”. Muy buenos técnicamente hablando, disfrutaron de un sonido muy profesional, del que disfrutaron sus fans que cantaban cada tema con ellos.

Siguiendo con su repertorio para esa noche llegó el tema que lleva el nombre de la banda “Balsa De Piedra” y la dedicada al mítico “Caín”, cerrando esta parte con “Estatua De Sal”, segundo sencillo de su próximo trabajo.

En la parte final de su concierto homenajearon a uno de los símbolos de la ciudad, La Torre Del Oro, con el tema “Turris Eburnea”, dejando para el final la que dio título a su LP “Soror Tenebrosa” y despidiéndose con “Cortejo Fúnebre”.

Buena banda que me trajeron a la memoria la banda Conception de Roy Khan, ofreciendo un concierto muy solvente, aunque su estilo musical no pegaba con las otras dos bandas de la noche, cuestionando algunos de mis compañeros el orden de actuación, no llegando a enganchar completamente con todo el público que ya llenaba la sala esperando ver por fin el directo de los protagonistas de la noche, que hicieron acto de presencia durante su trayecto al backstage cuando terminó el concierto de Balsa de Piedra, recibiendo una sonora ovación de todos los que estábamos en la sala.

Hablar de Rage podría llevarme unos cuantos minutos, que extenderían en exceso esta crónica. Me voy a centrar en que es una delicia seguir viendo en plena forma a Peavy Wagner a punto de cumplir este diciembre los 60 años, siendo el referente de la banda, que ha tenido múltiples componentes, recordando con cariño y añoranza la época con Mike Terrana y Victor Smolski, o la última vez que pude verlos en Madrid con Marcos Rodríguez y Vassilios Maniatopoulos en el 2018.

En esta ocasión, el trío liderado por el eterno Peavy Wagner cuenta desde el 2020 con el guitarrista Jean Bormann que colabora en los directos con los coros y en los guturales, continuando el baterista Vassilios para marcar el ritmo de los temas desde su entrada en el 2015.

Tras solucionar unos problemas técnicos de última hora en el sonido, el concierto pudo comenzar y repasar la amplia discografía de la banda con el tema “Cold Desire”, perteneciente a su disco más reciente “Afterlifelines”, seguido del clásico “Straight To Hell” de aquel “Welcome To The Other Side” de principios de este siglo, y retrocediendo a los primeros discos de la banda con “Solitary Man” del redondo disco “Trapped!” del 92.

Con un público entregado desde el primer minuto, la banda siguió soltando clásicos, que sonaban de lujo si te alejabas un poquito del escenario, aunque los que estábamos pegados al escenario disfrutábamos igualmente con la fuerte pegada que recibíamos de la batería que sufría de lo lindo con los golpes que le pegaba Vassilios, de los riffs de Bormann y sobre todo con la simpatía que desborda Peavy en todo momento.

Sin bajar de revoluciones, le llegó el turno a otro clásico, el tema que dio título al disco “Black In Mind” del 95, seguido de la thrash/power “Refuge” del “The Missing Link” del 93 con el público bailando y brincando constantemente. Bajamos de revoluciones con “Back In Time” del disco “Ghosts” previo al cambio de siglo y “Days Of December” del disco “XIII” del año anterior, 1998.

Tras la calma, volvió la caña con “Let Them Rest In Peace” del “Wings Of Rage” de 2020, contando con la colaboración del público en los coros, ayudando al dúo vocal Peavy y Bormann, que tras los guturales se atrevía de vez en cuando con algunas palabras en castellano.

Rememorando la época moderna en que Rage volvió a ser un cuarteto, cayó el tema “A New Land” de su disco del 2021 “Resurrection Day”, aunque sonó de escándalo con el trío protagonista. Volvimos a los temas intensos y rápidos con estribillos melodiosos con “Great Old Ones” del “Soundchaser” del 2003, viajando después un poco más para atrás en el tiempo con “End Of All Days” del disco homónimo del 96.

Afrontando el final, le tocó el turno a la moderna “Under A Black Crown”, perteneciente al reciente “Afterlifelines”, y a continuación sonó un tema mítico como es “Don’t Fear The Winter” del “Perfect Man” del 88.

Hicieron amagos de dar por terminado el concierto, pero con el público pidiendo algún tema más, le llegó el turno a “Prayers Of Steel” de los orígenes de Rage cuando se llamaban Avenger y sacaron su primer LP en el 85, cerrando la noche con “Higher Than The Sky”, segundo tema que tocaban de aquel “End Of All Days”, con el público participando en los coros bajo la dirección de Peavy.

Una sonora ovación del público despidió al trío protagonista de la noche mientras se retiraban a descansar después de vaciarse sobre el escenario ofreciendo un espectacular concierto como ya me habían comentado mis amigos Gonzalo y Alberto que les habían visto en verano en el Festival Wacken y repetían de nuevo esa misma noche brincando y saltando a mi lado.

Una noche de lujo en un concierto que colgó el cartel de todo vendido y que nos dejó a todos muy satisfechos, teniendo la oportunidad de hacernos unas fotos con el batería y el guitarrista que estuvieron un rato con sus fans antes de que los responsables de la sala comenzaran a desalojar a todo el mundo.

No puedo finalizar sin dar las gracias a Oliskull por las facilidades dadas para cubrir el concierto, esperando volver a coincidir en los próximos eventos que tienen en su agenda y que son muy interesantes.