Domingo, verano fresquito para lo que suele ser habitual , resaca tras el concierto de Bunbury y comienzo mis vacaciones. No se me ocurre mejor plan que ir a disfrutar de las coreanas Rumkicks. Si además vienen acompañadas por los explosivos y siempre gratificantes Deaf Devils, pues mejor.
La de anoche fue una jornada de verdadera energía sobre el escenario. Ya hemos hablado alguna vez de Deaf Devils y me reafirmo en lo dicho: le echan muchas ganas y ofrecen un espectáculo muy entretenido. Son muy jóvenes pero sobre el escenario no tienen nada que envidiarle a nadie. Lucyfer es una frontwoman ciertamente imparable. Igual se sube a los altavoces que a la barra del bar. No paran de girar y han sacado un single recientemente, espero que su reconocimiento vaya en proporción a sus ganas. Por ahora la cosa promete noches tan divertidas como la de ayer.
Era el turno de estas tres fanáticas del punk llegadas desde Corea del Sur. Es de agradecer sus esfuerzos por hablar castellano y el buen rollo que desplegaron durante su set. Ya sabíamos a lo que veníamos: enérgicas descargas de furia contra el sistema, temas breves y mucha actitud. Estuvieron divertidas y agradecidas con los asistentes. No puedo decir que hayan inventado nada ni que sean unas virtuosas con sus instrumentos ni que su cantante tenga una gran voz… pero tampoco lo necesitan. Al ritmo inmisericorde de patadas a la entrepierna como Drinking everyday, Birthday rock, Fuck you o Let’s go consiguieron que su concierto se nos pasara volando. Buena señal.
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