Nada mejor que una banda mítica como The Screamin’ Cheetah Wheelies para celebrar los 20 años de la no menos mítica sala Rock & Blues Café de Zaragoza. Viernes. Sold out. Un pedazo de banda sobre el escenario. Diversión asegurada.
The Screamin’ Cheetah Wheelies han regresado para sorpresa de todos tras casi 2 décadas en barbecho. Mike Farris ha dejado de lado su carrera en solitario para rencontrarse con sus antiguos compañeros. La cosa ha ido tan bien que lo que iba a ser una gira de despedida en 2022 se va a largar hasta 2024. Nada más empezar nos quedó claro que Farris sigue en plena forma tanto física como vocalmente. El tiempo pasa por todos pero Farris y compañía mantienen el tipo de forma envidiable. No me refiero sólo al impecable aspecto de Farris sino al dominio de las 6 cuerdas a cargo de Rick White y Bob Watkins. Tampoco debemos olvidar la formidable base rítmica formada por los sensacionales Steve Burgess al bajo y Terry Thomas a la batería. Llevados en volandas por un público que coreaba sus canciones desde la primera nota y con sonido nítido pero musculoso, The Screamin’ Cheetah Wheelies salieron a ganar. Desplegaron desde el principio sus mejores armas en forma de repertorio imbatible a base de rock sureño. Sonaron como himnos ajenos al paso del tiempo de su disco homónimo de 1993 y el que supuso la cima de su carrera: Magnolia (1996). Atacaron con fiereza “Boogie King”, “Shakin’ the blues”, Gypsy Lullaby”, “Sister Mercy”, “Father Speaks”, “Magnolia” y una “Hello from Venus” que supo a gloria bendita ante un público extasiado. Lo he dicho otras veces y me reafirmo: es un lujo poder disfrutar de bandas de este nivel en una sala.
Resumiendo, otra noche mágica en la Rock & blues. Brindemos por otros 20 años de rock.
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