La localidad gaditana de Chiclana de la Frontera es de las que mejor ha entendido como mejorar su turismo buscando la excelencia basándose en el atractivo de sus playas. El ejemplo claro es la zona de La Barrosa y el Novo Sancti Petri, lleno de hoteles y restaurantes para un público exigente que disfrute del sol, el lujo y la belleza del paisaje.
Uno que cumple estos requisitos es el Hotel- Boutique Aroma de Mar que dentro de sus servicios ofrece el restaurante La Azotea, bellísimo local con unas impresionantes vistas al mar desde su privilegiada posición y su amplio ventanal de cristal.
Además, aparte de su idílica localización se come muy bien, cosa fundamental que olvidan muchos de estos restauradores ofreciendo sólo productos de moda y engrudos ininteligibles. En La Azotea tienen un concepto divertido, con preparaciones cuidadas pero de sabores y productos reconocibles, jugando con alimentos de la zona y raciones que sacien a cualquier comensal con apetito, lejos de esas cantidades ridículas que sirven en otros.
Su carta no es demasiado grande pero sí cuidada. Al probar carne y pescado decidimos maridar el ágape con un Oloroso. En este caso, un estupendo Don Zoilo de bodegas Williams & Humbert de la cercana Jerez de la Frontera. Un vino generoso que combinó y maridó a la perfección el entrante y los principales. Antes un aperitivo de patatas especiadas con punto de salsa brava.
Contundente forma de empezar con su gofre trufado ibérico con mahonesa de ajos tostados, cebolla frita y huevo a baja temperatura. Un trampantojo brutal, ya que es salado el gofre y donde destaca el pulled pork desmenuzado y el huevo poche coronando el plato. Eso sí, es brutal la ración y fundamental compartir entre varias personas pues creemos que para uno solo es demasiado.
Como principales probamos una de sus especialidades como son las costillas de atún en salsa yakitori. Pescado central en las costas de Cádiz y que en la Azotea preparan como si fuesen de carne, servidas en papel de periódico sobre el plato. Otro buen trampantojo donde funciona la presentación y el sabor del atún con la rica salsa.
Más clásico pero igual de rico es el solomillo de ternera a la francesa sobre crema trufada y pimientos del Padrón. Un jugoso taco de carne que además lo sirvieron al punto solicitado.
El postre fue lo que menos nos interesó pues la tarta de zanahoria en un almíbar de zanahoria no estaba mal pero le faltaba jugosidad a pesar de la crema por encima.
En líneas generales gran lugar, servicio esmerado, buena cocina y bonita ubicación. Sitio más que recomendable.
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