¿Qué ocurre cuando una estrella televisiva deja de ser sexualmente atractiva? ¿A qué estamos dispuestos por mantenernos jóvenes? Creo que la reflexión que propone Coralie Fargeat en La sustancia es necesaria y debería hacernos plantearnos muchas cosas como sociedad. La primera escena con la historia de una estrella en el paseo de la fama me pareció una genial metáfora del paso del tiempo. Buen inicio. El menaje de la escritora y directora Coralie Fargeat me resultó tan atractivo como obvia es su manera de plasmarlo en pantalla. Fargeat no se anda con detalles ni sutilezas. In your face. El mundo está controlado por hombres y estos demandan cuerpos jóvenes de mujeres. Todos lo sabíamos, cierto, aunque con ello Fargeat construye su particular versión del cuento de Cenicienta. Con un ritmo pausado pero firme, La sustancia va tejiendo su particular tela de araña en la que el espectador cae atrapado durante buena parte del metraje. Reconozco que lo pasé mal en algunos momentos y también debo avisaros que La sustancia no es un film de fácil visionado. Ojito los sensibles.
Coralie Fargeat sabe rodar y narrar una historia. En su cine hay muchas referencias del pasado pero tiene muy claro lo que nos quiere contar. La sustancia me ha parecido mucho más interesante que ese bodrio llamado Barbie al que no le vi la gracia por ningún sitio. La sustancia denuncia el machismo, el edadismo y el culto a la juventud que imperan en nuestra sociedad. Todo ello en un film de ciencia ficción y body terror que podría haber dirigido David Cronenberg. No es el nombre de Cronenberg el único que me vino a la mente mientras veía La sustancia. Las referencias a maestros como David Lynch y Stanley Kubrick son evidentes. La forma de presentar al personaje de Dennis Quaid es idéntica a la usada por Oliver Stone en Asesinos Natos (Natural born Killers, 1994), ralentizando y aumentado los sonidos de los personajes negativos para deshumanizarlos y presentarlos como animales. En su recta final me acordé también de Peter Jackson y su Tu madre se ha comido a mi perro (Braindead, 1992, récord de litros de sangre falsa usada en un rodaje, 30.000 litros) y de Frank Henenlotter y su ¿Dónde te escondes, hermano? (Basket case, 1982, uno de los films más enfermizos que verás nunca). A mí me el final de La sustancia me pareció excesivo y repetitivo. Fargeat ya había dejado claro su mensaje y me pareció una pena que en su última media hora pierda totalmente el control. Quizás no hacía falta tanta hemoglobina para denunciar la excesiva presión que se ejerce sobre las mujeres y su cuerpo. Opino que el final le quita fuerza al mensaje feminista del film.
Debo destacar el trabajo de Demi Moore, que está en su mejor papel desde…. no recuerdo una película en la que estuviera realmente bien, pues… Demi Moore está en el mejor papel de su carrera. Quizás se deba a que tiene bastante en común con su personaje. No entiendo cómo demonios Demi Moore aceptó participar en esta película, la verdad. Toda la parte final es tan bizarra que puede echar por tierra toda su carrera aunque se lo tuvo que pasar de miedo en el rodaje. Margaret Qualley también está en su mejor personaje hasta la fecha pero creo la carga dramática recae mucho más en Demi Moore. También debo mencionar a Dennis Quaid, otro que está en su mejor papel.
Lo dicho, La sustancia es un film con un necesario mensaje aunque lastrado por un final demasiado desquiciado.
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