No me voy a esconder ni aunque me fuera la vida en ella. El heavy metal de corte netamente ochentero de los norteamericanos Greyhawk. Los sonidos propios de la forma y manera de entender el heavy metal se hacen visibles a través de las canciones de este “Thunderheart”. Si alguien no resiste la tentación de llamarme neorrancio, solo alegaré, primero que me la trae floja, segundo, que tengo más de una década encima de la que llegaba la gabarra por navegar la ría de Bilbao -zoroniak Athletic. ¡Txapeldunak!.-. 

De la mano de Fighter Records, este primer larga duración nos golpea de frente con una colección de auténtico y puro heavy metal capaz de combinar los tonos épicos con otros más propios del hard rock cuando el momento lo pide. Puños en alto, melenas -el que la conserve- al viento, los dedos señalando el signo del diablo y canciones que rememoran momentos y lugares donde siempre nos sentimos orgullosos de ser de los nuestros. Basados en la tradición pero la producción consigue que no quede en una simulación añeja sino que dota el disco de un sonido actual que derrocha potencia. La voz, característica, encargada de proclamar vientos de guerra y añadir dotes épicas a la musica, amparado por el trabajo de unos músicos capaces de recrear la idea en la que creen de manera fantástica.

Escuchate cañonazos como “Rock & Roll city” y su impronta hard rockera, las enseñanzas de los más memorables trabajos de Manowar en “The last mile” o la fuerza capaz de cortar el viento como el filo de una afilada espada de “Thunderheart”. Himnos de batalla como “Steadfast” o la andanada compacta de la inicial “Spellstone”. 44 minutos para disfrutar y recrearse en un sonido que se mantiene vivo más allá de modas y focos mediáticos. Tres cuartos de hora de heavy metal sin más, ni menos. Nueve canciones con los que reivindicar a Greyhawk. Discos así, a mí todos los que queráis.

Greyhawk – Thunderheart

by: Carlos tizon

by: Carlos tizon

Licenciado en el arte de apoyar el codo en la barra de bar. Comencé la carrera de la vida y me perdí por el camino, dándome de bruces con el rock and roll. Como no pude ser una rock star, ahora desnudo mi alma cual decadente stripper de medio pelo en mi blog, Motel Bourbon.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

Opera Magna – Heroica

Opera Magna – Heroica

Me fascina de manera similar, como lo que casi antes de ayer alcanzaba la primera plana hoy ocupa un segundo lugar en el opaca estancia de la actualidad musical, a la vez que las décadas van pasando página dejando como índice los retazos de aquellos sonidos que...

Max Richter- In a landscape

Max Richter- In a landscape

Max Richter es uno de los grandes genios contemporáneos dentro de la música clásica. Éste “In a landscape” es su noveno álbum. Disco lleno de matices pero que entronca en intenciones a aquel fabuloso “The blue notebooks” de hace ahora veinte años. Una comparación no...

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Brant Bjork Trio – Once Upon A Time In The Desert

Cerramos trilogía de ilustres del Desierto con el último disco del prolífico workaholic BRANT BJORK. En el anterior post lo teníamos liderando en directo a su otro proyecto, Stöner, dando una lección de maneras y feeling encima de las tablas, pero hoy vuelve a la...

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Stöner – Hitting the Bitching Swift

Después del comeback de Hermano hace algunas semanas, continuamos con esta tríada especialísima de discos Stoner que os propongo planteando a la realeza del movimiento. Turno para otros dos capos absolutos del desierto de Palm Desert y el Sky Valley, turno para...

John Serrano – Rise

John Serrano – Rise

En esta revista, estamos siempre muy atentos a lo que saca este versátil músico andaluz conocido en la escena indie, y que participa en los diversos proyectos que le proponen, siendo el más reciente el disco que reseñé en septiembre, “Providence”, de SomeWhereOut,...