Dice la Wikipedia de todos Los Santos que una reacción en cadena es una secuencia de reacciones en las que un producto o subproducto reactivo produce reacciones adicionales en un efecto cascada. Algo así me viene de maravilla para introducir este texto sobre The Gems. Aguas revueltas en los suecos Thundermother tuvieron como resultado que a la vocalista Guernica Mancini le señalasen la puerta de salida con intención de echar cerrojos justo en el momento en que la cruzase. Lo que tal vez -o quizás si- se preveía es que Mona Lindgren (bajo) y Emlee Johansson (batería) decidiesen tomar el mismo camino junto a la cantante. Y mientras Thundermother pasaban página recomponiendo nuevamente la banda, las tres «disidentes» se ponían manos a la obra con su propio proyecto llamado The Gems. Lo de renacer de las cenizas, cual Ave Fenix resulta muy poético y efectivo de cara a la galería, aunque que te endosen abriendo en la gira de Scorpions ayuda bastante a abandonar rápidamente cualquier barro en el que creas encontrarte en un momento dado, no nos engañemos.
Así que ya tenemos a nuestro trío preparadas para el rock and roll, varios videos de adelanto para que la gente nos fuésemos haciendo una idea de por donde iban a ir los tiros y la promoción -en la medida que están las cosas actualmente funcionando en el mundo del rock- preparando el ambiente para este «Phoenix» que comienza a sonar en los altavoces de mi destartalado equipo de música. The Gems apuestan por un hard rock divertido y guitarrero, pleno de melodías y entroncado tanto en los 70 como los 80, arañando de aquí y allá, desde las desenfadas melodías del glam rock a las hechuras del hard más contundente. Canciones como «Send me to the Wolves» con su marcado riff y un estupendo juego vocal seguramente suene de maravilla en directo o el rock and roll adrenalítico de «Domino» te invitan a subir el volumen y disfrutar de una música directa que conserva esa esencia fundamental en la que el rock and roll te invita a cantar y bailar dejando las preocupaciones aparcadas en un rincón.
Algo en lo que The Gems se basan es sin lugar a dudas en las melodías, otorgando preponderancia a las líneas vocales, pero sin que en ningún momento la guitarra deje de estar presente. «Phoenix» es un disco variado, de los de puños en alto y movimientos acompasados al ritmo de sus canciones. «Phoenix» es hard rock adictivo, a veces endiablado, otras suficientemente domesticado, perfectamente milimetrado para poner de su lado un público expectante al resultado del disco por venir del círculo próximo a su anterior banda y para atraer la mirada de aquel que llegue de primeras a la propuesta de las suecas.
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