Es complicado expresar una opinión respecto al último trabajo de Metallica, aunque solo sea porque llegados a estos niveles de fama, los artistas se asemejan a la política actual o los mundos del fútbol, si es tu equipo todo está bien, si es el otro, todo mal, o peor. Generan otro nivel de críticas, en ocasiones casi corrientes de pensamiento, desde Load nunca han dejado de cosechar un nivel similar de críticas favorables como totalmente contrarias, y una tercera que muestra una total indiferencia y apatía a las andanzas de los cuatro jinetes. Conozco casos que ya desechan el Black Album.
Aun así, me aventuro a intentar ser imparcial; difícil, soy humano. Me muestro totalmente de acuerdo con los que afirman que ya no son lo que eran, que han perdido, que son otros Metallica. Pero bueno, eso es obvio, casi ninguna banda, por no decir ninguna, sigue en el mismo estado de forma compositiva que en su época dorada, pueden mantener un buen nivel, una calidad admirable, pero es raro que un artista o banda con el paso de tiempo mejoren las composiciones que les colocaron en el punto de mira del gran público.
Partiendo de esta base, me permito tomar algo de distancia y no basarme en comparativas injustas, pero tampoco me dejo contagiar de la ceguera del fan, creo que después de pegar oreja repetidas veces, el producto es de mi agrado, pero también tiene cosas que hacen que mi parte crítica se mantenga activa.
Soy un firme defensor de la teoría de que en “Dead Magnetic” intentan hacer un “And Justice For All” moderno. Muchas similitudes, incluso en cómo empiezan los discos, con un tema que va in crescendo, o cómo lo cierran con una instrumental y un tema rápido y sobrado de caña. También esos temas con exceso de minutaje, cargados de riffs y más riffs. Aunque van filtrando ingredientes que pueden llegar desde los Loads como de sus influencias. Esta línea es la que ahora rige sus composiciones, pueden existir muchas diferencias en sus últimos tres discos, pero las características son similares. Es más, “72 Seasons”, tema que abre el disco y también le da nombre podría estar en cualquiera de ellos, y tampoco se aleja del “And Justice” en tanto que el primer tema ya es de una duración excesiva, en lugar de empezar a saco para que la cosa tenga ritmo.
“Shadows Follow” es uno de esos cortes que también rigen sus últimos lanzamientos, vuelven al sonido duro, pero no olvidan ciertos recursos que utilizaron en los Loads. “Screaming Suicide” baja un poco la duración el tema, aun así supera alegremente los cinco minutos, e incluyen algún guiño a sus primeros discos, salvando la mucha distancia, claro está. “Sleepwalk My Life Away”, si bien comienza con protagonismo de Trujillo, enseguida se vuelve a meter en la línea argumental del disco, que sumado a que es un tema largo, se añade a una de las pegas que se repiten de este disco; el tema tiene buenos riffs, incluso en la parte del estribillo hacen algún intento de variar la línea, pero al ser de tan larga duración, se puede hacer bola. “You Must Burn”, riff pesado de acabado oscuro nos acerca a una de esas influencias externas con las que condimentan su sonido, Black Sabbath sobrevuela el tema dejando claro, una vez más, que Metallica nunca se esconde ni reniega de sus influencias. Para no ralentizar en exceso “Lux Æterna” nos ofrece un ritmo rápido y hey, menos de cuatro minutos, pasando a ser casi una rareza en el disco. Y no tardan en dejar claro esto, “Crown Of Barbered Wire” y “Chasing Light” nos devuelve a los temas extensos y cargados de riffs machacones y muchos cambios de ritmo. Debo dejar claro que estos temas me gustan, esos riffs me suenan genial, pero la obvia falta de inspiración de Hammet al llegar a su parte, sumado a la mucha duración de los temas les impide sacarle más partido a estas composiciones. En “If Darkness Had A Son” retoman mezclar su sonido actual con la época Load, con un resultado notable, el tema que sin escaparse de la línea del disco, aporta matices que cuanto menos hacen que prestes más atención, toda esta merecida.
“Too Far Gone” nos acerca a otra de sus influencias externas, con toques algo punk se une a la familia de temas de menos de 5 minutos, pero también con menos parafernalia haciendo que escale posiciones para ser uno de los mejores temas del disco. Y eso que “Rooms Of Mirrors” suena espectacular, con ese ritmo rápido y con un intento de sonar mas melódicos que el grueso del disco, puede que llegados tan lejos y dada la duración pocos lleguen, pero es merecedor de toda atención. En esta ocasión no tenemos instrumental, ni tema de vertiginosa velocidad para cerrar, porque, a riesgo de repetirme, tiran de los Load, y con “Inamorata” nos devuelven a los cierres de temas extensos, con su peculiar manera de hacer rock progresivo.
Creo que después de algunos tiempos de deriva, ahora están en un momento que no aporta nada nuevo al rock, pero que sí es merecedor de atención. Y sí, a mi también me parecen excesivos los 77 minutazos de duración.
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