Un disco soberbio que lamentablemente nunca tuvo segundo episodio. Como pasa a menudo en los proyectos que lanza nuestro amigo Hughes, tienen poca continuidad. Pero en este disco se palpa una alquimia única, una simbiosis entre dos personajes que podían haber ido muy lejos. Pero nos tendremos que conformar con un único trabajo, aunque amigos qué maravilla escuchar la garganta de Hughes junto a la maravillosa guitarra de Thrall, un tipo muy olvidado por los amantes de sonidos más duros. Nueve composiciones concentradas en una perfección sonica y melodiosa como muchas bandas soñaría gestar ¡algún día!
Groove, soul, pop, hard, todo aglutinado en dos caras que son un puro manjar de los dioses, porque amigos una cosa así se saborea mejor viendo la aguja surcar esa placa negra que emana sonidos tan poderosamente vigorosos para nuestro ánimo.
Tras la desintegración de Depp Purple, el amigo Hughes solo había producido un álbum en solitario, el también magnífico; “Play Out”. Pat Thrall había trabajado con la banda de Michael Schrieve, batería de Santana, los Automatic Man. Un grupo del que por cierto hablare dentro de poco, ya que está rulando en mi platina últimamente. Juntos decidieron en los Angeles, combinar ese don que tenían ambos por la melodía y la energía. Glenn se había encaprichado de Thralls, tras quedarse anonadado por la manera de tocar de Thrall. Fue en un concierto de Pat Travers, quién tenía una banda potentísima, compuesta de Peter “Mars” Cowling al bajo, Tommy Aldridge a la batería y Pat Thrall a la guitarra. Cuando Hughes quedó prendado de este último, le propuso nada más acabar el show que unieran fuerzas en un mismo proyecto.
De acuerdo, el sector más dur , me dirá que el disco es bastante AOR, y es justo reconocerlo. Pero indudablemente es una obra de culto que influenció a todas las bandas de los años 80. Un disco coproducido y mezclado por Andy Johns, que había trabajado ya con los Zeppelin, Stones y los Free de Paul Rodgers; es un sello de calidad. Este disco es un trabajo esencial para conocer la historia del “Hard Rock”, donde todas las canciones son geniales, la voz de Hughes es grande como él mismo, y la guitarra de Pat Thrall es afilada como una katana. Glenn da rienda suelta a todo su amor y sus influencias del R & B y el funk, lo que confiere un halo sensual a la totalidad de la obra. Todos los temas están compuestos por el dúo, salvo “Coast To Coast”, que es una revisión de una composición de la anterior banda de Hughes; Trapeze.
«I Got Your Number», «Beg, Borrow, Steal», «Hold Out Your Life», y «Who Will You Run To», y ese riff de antología de “Muscle of Blood”, etc. Están aquí, para siempre, para recordar a los más jóvenes que hay que quitarse el sombrero ante este dúo que ¡no podían sonar mejor!
Un disco magistral que no dejará indiferente a nadie, y a pesar del toque más comercial, es puro rock and roll. Y aunque muchos criticaron la portada, para mi gusto es una cubierta curiosa y diferente a la típica foto de banda posando con aire ¡estúpido y chulesco!
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