Se me antojan obligadísimos en este 2023 los madrileños HAVALINA. Seré sincero si os digo que hasta este Maquinaria (2023), su quinto álbum de estudio, nunca me había metido en serio con el trío de la capital formado por Manuel Cabezalí, Javier e Ignacio, ahora reconvertidos en quinteto. Quiero pensar que por unos inicios más indies y poco emparentados con mis gustos personales… Su última obra, publicada el pasado 10 de febrero, lo cambia absolutamente todo para mí, ¡vaya bandaza!, ¡qué creatividad!, ¡qué concepto tan bien reflexionado y planteado! y, sobre todo, ¡qué canciones tan excepcionales! Al igual que con los sorprendentes también, Shirocco, me están haciendo disfrutar muy mucho, y no sólo a nivel musical, sino a nivel reflexivo, de planteamiento de cuestiones que tenemos delante de nuestros morros y no nos atrevemos a ser críticos como humanos y seres sociales con ellas, aparte de la emocionalidad y emotividad inherentes a sus composiciones. Metámonos dentro de la ‘Maquinaria’, sigamos al Conejo Blanco y elijamos ‘píldora Roja’…
Veamos cuánto de profunda es la ‘madriguera del Conejo’…
A diferencia de la propuesta musical y conceptual de Shirocco, más centrada en la conspiranoia de los poderes fácticos, la manipulación del pueblo a través del aletargamiento tecnológico y las melodías y estructuras, en general, del imaginario de Matthew Bellamy (Muse), los Havalina demuestran con su último disco una amplitud de miras interesantísimo, una diversidad de estilos y referencias que vienen de lugares conocidos y ‘sospechosos habituales’, pero que está perfectamente cuadrada y ejecutada para hacernos llegar un mensaje de deshumanación y alienación centrada más en la relación entre el individuo y esa ‘Máquina’ que ya nos domina y subyuga y que nos ha hecho ya esclavos sin enterarnos.
Musicalmente, podríamos catalogar Maquinaria (2023) como un disco de clara disciplina Industrial como columna vertebral, eso sí, sin cerrarse a los guitarrazos Stoner, Electro Cyberpunk, Techno Pop e incluso Post Punk. «Maquinaria» abre con guitarras muy gruesas, deudoras de Kyuss y Queens of the Stone Age en un corte obsesivo y empoderado, le sigue «Robótica», Electronic Cyberpunk puro planteando, quizás, ¿sexo cibernético con la ‘máquina’? «Charco» oscurece la atmósfera con su textura post punk gothic ‘a la The Cure’ abriendo camino para el primer corte en donde sentimos el aliento del Trent Reznor (NIN) más intimista y atormentado en una canción donde se tira con bala hacia esas personas que no tienen escrúpulos para conseguir sus más ambiciosos objetivos. «Deconstrucción» nos subyuga completamente ya ante ese ‘Matrix’ que nos negamos a identificar, pero en el que ya estamos a su servicio. Un pequeño guiño Depeche a su inmortal «Enjoy The Silence». «Circuito Cerrado» me remite tanto a Greg Dulli y sus The Afghan Whigs que abruma. Qué clase tienen los madrileños. Nos volvemos vaporosos aunque marciales cuadrándonos ante la ‘computadora amenazante’ en «Salmo Destrucción» con una melodía que, ¡atención!, tiene un clarísimo parecido a la sintonía principal de la mítica serie de los 70’s ¡¡¡Los Hombres de Harrelson!!!. Me ocurre que, en «Arsenal», veo un pequeño guiño al SuperUnknown de Soundgarden (…), atmósfera cargada, guitarras industriales, rapeados por encima de los loops, la I.A., te habla cara a cara. ‘No estás sólo…’. Guiño político o hacia esas personas que gustan de manipular para abducir, que no escuchan, que sólo se escuchan. Es lo que ocurre en «La Rueda» gira.
Los tres últimos cortes sacan la faceta más etérea y ambiental de Havalina. En «Himno nº 9» estamos completamente despojados de ‘la carne’, somos ya ‘entes esclavos’ ante la deidad artificial y entre canto coral y distorsión Industrial imperante. ‘…Aniquilar la Carne…’. Havalina no para de sorprender, si ya pensábamos que las sorpresas se habían acabado llega «La Palabra» para proponer un dueto vocal con Cabezalí y Nieves Lázaro adoptando esta última el papel de una I.A. que nos habla, susurra y ordena sobre una base drum’n’bass. «Naciente» intenta sacarnos del yugo tecnológico, del cableado que tenemos enchufado a ‘Skynet’ en una intimista composición a piano ‘marca Reznor’ con la inclusión de un cuarteto de cuerda que dota al conjunto de una belleza perfecta. Cuanto bien nos hizo Matrix… ¿Escogiste la ‘Píldora Roja’?…
‘Como vencer… A la Máquina…, hacia fuera… desde dentro…’. Simplemente te digo, escucha HAVALINA y lo entenderás…
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