Un nuevo disco de los Black Oak Arkansas es algo como un espejismo, aunque es un espejismo a medias, ya que el disco salió en 1999 bajo una indiferencia total, y ahora en 2022, lo vuelve a reeditar a ver si hay más suerte con esta banda que en su apogeo en los años 70, influyó a más de uno (véase el señor Axl Rose) y fue la banda sonora de muchas borracheras de los más cafres seguidores.
Este disco reúne a los hombres que formaron la banda en 1963, algo de por sí extraordinario, además de contar con el líder y carismático Jim Dandy, creador del “Dandyism”, término que le sonará a chino a quien no tenga ni la misma idea de quienes son los BOA.
Entre el guitarrista rítmico Rickie Lee Reynolds y el bajista Dirty Daugherty sigue habiendo aquella química que los hacia únicos y que en cada disco conseguían que te fuera imposible aguantar quieto y más cuando Rocky Athas, uno de los guitarristas más subestimados, que nunca veo , ni leo en ninguna de las listas de los supuestos eruditos del rock!!! Un tipo que para Stevie Ray Vaughan ¡era su héroe!
Johnnie Bolin el hermano pequeño de Tommy Bolin completan esta soberbia alineación para desengranar un material de primera categoría, con dos versiones de temas de justamente Tommy Bolin: “Post Toastie” y “Shake the Devil” algo más dura que la original. También ha rehecho cinco de sus temas más clásicos para este álbum, el lavado de cara gustará o disgustará a los más fieles seguidores, pero a los neófitos los dejará boquiabiertos. Humor y hard rock al más puro estilo Jim Dandy.
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