Algo fríos nos hemos quedado con lo nuevo de Muse ya que han entrado en una peligrosa deriva, lejos de sus grandes álbumes del pasado que con esa original mezcla de rock y electrónica gustaban a diferentes públicos. Prueba de ello es que los hemos visto en festivales tan opuestos como Benicassim o el Download de Donington Park, de Santiago de Compostela abriendo para Lou Reed y The Cure a encabezar una de las jornadas del Mad Cool de este año. Así que quien espere encontrar himnos tipo «Plug in baby», «Time is running out» o «Starlight» se decepcionará pues queda lejos de sus mejores trabajos y se acerca al anterior, y algo fallido, «Simulation theory».
Todo comienza con el tema homónimo, un «Will the people» de sencilla estructura electrónica y un estribillo que nos recuerda al de «Beautiful people» de Marilyn Manson aunque con toques a lo Jamiroquai. Más ambientación electrónica y enfado social se puede escuchar en «Compliance» donde los de Mathew Bellamy transitan entre los ochenta y noventa (de hecho el corte central de sintetizador recuerda a la música de cabecera de la serie «El coche fantástico»). «Liberation», en cambio, comienza como una balada algo naif que al subir en «crescendo» se convierte en una canción con múltiples cambios de ritmo y coros al modo de Queen.
Un inicio el de este noveno Lp que demuestra quedar lejos de sus primeros discos o de joyas como «Black holes and revelations» o eficientes como «Showbiz». Aunque estas sensaciones mejoran en este tramo con «Won´t stand down» donde hay que reconocer que sus riffs de guitarra les acercan a lo que podemos esperar, en forma positiva, de los británicos. De lo mejor que escucharemos en este «Will the people», al que sigue una balada sentida como «Ghost (How cam i move on)». Muy bonita, contrastando con un sintetizador casi sacado de una película de terror en «You make me feel like it´s Halloween», un «divertimento» que funciona moderadamente bien, rematando esta parte central con el metal alternativo de «Kill or be killed» llevado a su terreno.
El final se acerca con la «sensiblera» «Verona» que posee momentos y pasajes de interés (sobre todo el repetido riff guitarrero desde mitad de la canción) anunciando el ocaso del álbum con la predecible «Euphoria» que recuerda a «Time is running out» o lo que es lo mismo: su mejor época. Cierra el irregular disco «We are fucking fucked», con toques oscuros y desérticos como si de Field of the Nephilim se tratase. No suena mal como colofón en un «Will the people» que, de forma curiosa, se empieza a elevar a partir del cuarto tema consiguiendo un tono notable desde ese momento. No pasará a la historia pero hay que reconocer que mejora desde la segunda escucha.
0 comentarios