Desde la gélida Noruega y desde el sello Hidden Noise Records nos llega esta inclasificable mezcla de stoner punk aunque con toques de doom, sludge e, incluso, blues en uno de los nueve temas que conforman este “Reapers by trade”, segundo Lp de los nórdicos.
Un álbum de poco más de cuarenta minutos que se inician con los sonidos de lo que parece ser un helicóptero sobre el viento helado para iniciar la primera acometida guitarrera, antes de entrar la voz bien pasado el minuto en “Rich & poor”, gran carta de presentación, con multitud de cambios de ritmo y acertados estribillo y punteo. Cinco minutos de gran calidad que se unen a la más lenta “Goes around” con más protagonismo de la base rítmica y donde las guitarras y la voz suenan más sucias en su sincopada progresión sonora. Uno de esos temas que van de menos a más. “Desert sun” empieza más frío, casi en un tono ocultista pero la irresistible melodía de sus estrofas nos conduce sin remedio a su accesible estribillo. Otro corte que demuestra la calidad en las composiciones de los escandinavos que continúan agresivos con la poderosa “Fucked up” que será reconocible para todo aquel amante del stoner, subiendo del medio tiempo en las estrofas a un estribillo más sucio pero sin gritar (lo que se agradece) y otro buen punteo, una constante en todo el “Reapers by trade” como sucede con la ayuda de toda la banda en los coros.
Y si hasta este momento estamos hablando de un sonido reconocible que en momentos nos puede sonar a influencias reconocibles como Clutch, Kadavar, Kyuss, Orange Goblin, Black Sabbath o bandas de este tenor con “Hung over” nos llega la primera sorpresa desde la primeras notas pues no nos podemos imaginar un “Stoner blues” aunque desde esos primeros acordes se pasa a un ritmo más fronterizo en la onda de los Homme, Garcia, Oliveri y Bjork. Un tema desértico en toda regla donde el cuarteto demuestra con creces toda la calidad que atesora, con un punteo final delicioso. “Reaper blues” sigue esa puerta abierta con la canción anterior permitiéndose el uso del “slide” en la guitarra de Kent Rune. En esta ocasión la voz más grave del bajista Inge Morten contrasta con la más lírica del guitarra de acompañamiento y cantante principal Begil. El cuarto componente es la sólida pegada de René.
Y ese cambio hacia sonoridades más fronterizas se sigue acrecentando con “Truth be told”, un precioso medio tiempo con influencias del punk californiano noventero que nos hace entrar sin remisión en la recta final del álbum con otras dos piezas interesantes como las más breves “Two fast uppercuts”, tema “stoner” clásico con toque de Black Sabbath y “Eternal bliss” que les sirvió como algo similar a un primer sencillo del disco. Una canción a toda velocidad donde demuestran ser un combo bien engrasado y que nos deja un buen sabor de boca ante un disco en muchos momentos sorprendente y siempre interesante. Una formación de la que estamos seguros que defenderán, los nueve temas que conforman “Reapers by trade”, a la perfección en directo. Mientras eso sucede nos podemos conformar con esta buena muestra del talento que atesoran estos cuatro noruegos que, como ellos mismos cuentan, desde las frías montañas noruegas nos traen un pedazo de las arenas del desierto.
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