Arcade Fire es el mejor grupo surgido en el siglo XXI. Lo afirmo y estoy dispuesto a batirme en duelo al amanecer en la tapia del cementerio con cualquiera que opine lo contrario (armas a elegir). Los primeros tres discos de los canadienses, a saber: Funeral (2004), Neon Bible (2007) y The Suburbs (2010), son una maravilla de pop barroco, su cuarto LP Reflektor (2013) bajó algo el nivel y el quinto, Everything now (2017), fue un patinazo en toda regla. Ahora regresan con WE para enmendar sus errores del pasado y reclamar un cetro que nunca debieron perder.
WE se gestionó durante el confinamiento en el estudio casero de la pareja al mando de Arcade Fire: Win Butler y Règine Chassagne. La parejita regresa con un disco influido por la pandemia, los trastornos ocasionados por la misma, la tensión internacional y la convulsa situación política de la era post Trump. Frente a todo el sufrimiento y la adversidad generadas por el egoísmo, la pareja propone como solución pensar más en colectivo. Vamos, pensar más en nosotros (WE) y menos en el yo. WE es lo más parecido que Arcade fire han estado nunca de parir un disco conceptual sin llegar a serlo.
Age of anxiety I abre el disco a base de folk y nos pone las cartas sobre la mesa: Arcade Fire han vuelto y con la fuerza de antaño. Da igual que los temas sean largos o tengan diferentes partes, siguen siendo excelentes canciones que se pueden reducir a piano o guitarra y seguir funcionando. Frente al pop barroco que han facturado todos estos años, Arcade Fire apuestan ahora por la sencillez. Para ello han contado en las labores de producción con Nigel Godrich, el considerado sexto miembro de Radiohead que ha producido a Beck, Paul McCartney o Roger Waters.
Prelude es una tontería de 30 segundos que bien podrían haberse ahorrado. Por otro lado, el synth pop de “Age Of Anxiety II (Rabbit Hole)” me gusta especialmente. El tema se toma su tiempo, sin prisas, y puede que no atrape a las primeras de cambio pero os garantizo que mejora con cada escucha hasta instalarse en su cabeza. “End Of The Empire I-III” empieza como una emotiva balada con piano y guitarra que bien podrían firmar Mercury Rev para evolucionar rápidamente hasta ese crisol de ideas que es “End Of The Empire IV (Sagitarius A)”. Hasta aquí la parte del yo (I), la más sombría y pesimista. La parte del WE es más luminosa y esperanzadora y se inicia con “The Lightning I y “The Lightning II” que son la misma canción que va mutando a algo totalmente distinto ante nuestros oídos. De lo folk a lo épico en 6 minutos. Vamos, que Arcade Fire siguen sobrados de talento y ganas de innovar.
Lo más jugoso del disco viene con “Unconditional I (Lookout Kid)”, y el mejor tema del disco “Unconditional II (Race and Religion)”, dos excelentes canciones de Synth pop que nos devuelven a los mejores Arcade fire. Incluso participa el perezoso de Peter Gabriel haciendo unos apañados coros a la infantil voz de Règine como ya lo hiciera David Bowie en Reflektor. WE supone el acústico punto final a un disco más que digno que nos devuelve la fe en Arcade fire.
Cierto que WE son solo 7 cortes y 40 minutos pero rebosantes de buenas ideas, algo de lo que no vamos tan sobrados.
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